Las autoridades rusas han abierto una investigación para averiguar si las 141 focas del lago Baikal halladas muertas a orillas del lago más profundo del mundo en Siberia murieron de hambre.
Las focas muertas, la mayoría hembras gestantes, empezaron a aparecer a lo largo del lago Baikal el pasado fin de semana, informa el gobierno de la región de Irkutsk.
Se estima que la población de foca del lago Baikal, conocida también como nerpa, es de unos 130.000 individuos.
El lago en el sudeste de Rusia cerca de la frontera con Mongolia y a 2.600 millas al este de Moscú, contiene el 20 por ciento del agua dulce del mundo y alberga a 1.500 especies de plantas y animales que no existen en ningún otro lugar del mundo.
Se dice que una de las posibles causas de las muertes podría ser la escasez de alimento debido al aumento de la población del mamífero.
“Los animales estaban hambrientos: no había nada de alimento en sus estómagos,” dice Alexei Kalinin, quien monitoriza el entorno del oeste de Baikal.
Las autoridades han descartado algún brote de enfermedad e informa que las pruebas enviadas al laboratorio no han revelado la causa de las muertes.