Según un nuevo estudio publicado en la revista Ecological Applications, la rápida disminución de la extensión del hielo marino en el Ártico está obligando a los osos polares a pasar 30 días más en tierra, a ayunar durante periodos de tiempo más largos y provocando camadas más pequeñas.
El estudio se centró en los osos polares que viven a lo largo de la bahía de Baffin, entre Groenlandia y Canadá.
La investigación ha analizado dos décadas de datos de seguimiento de los osos polares. Para el estudio, liderado por un equipo internacional de científicos de Estados Unidos, Canadá, Groenlandia y Noruega, se examinaron datos de teleobservación (desde el aire) de 43 hembras adultas en la bahía de Baffin entre 1991 y 1997 y de otras 38 entre 2009 y 2015. El equipo halló que los osos polares siguen la progresión estacional del hielo marino, acabando en la isla de Baffin en otoño, cuando la extensión del hielo alcanza el punto más mínimo, y esperando allí hasta que el hielo se forma de nuevo y es seguro volver a Groenlandia.
Para evaluar la salud de los osos, los investigadores examinaron
Pero las concentraciones de hielo en el Ártico han disminuido un 13 por ciento cada década desde 1979 y el hielo se está formando más tarde en otoño y rompiéndose mucho antes en primavera. El estudio ha hallado que, como resultado, los osos polares están pasando de promedio unos 30 días más en tierra en comparación a la década de 1990.
“Es importante porque los osos no cazan focas cuando están en tierra,” dice Kristin Laidre, ecóloga experta en Ártico de la Universidad de Washington y autora principal del estudio. “Los osos polares tienen la capacidad de ayunar, pero si no comen durante periodos largos de tiempo, no pueden desarrollar su capa esencial de grasa, lo que afecta a su salud y a la capacidad de las hembras de alumbrar y cuidar de sus crías.”
“Sabemos que el hielo marino, donde necesitan estar los osos polares, está disminuyendo rápidamente,” dice Laidre. “Cuando no hay plataformas de hielo marino, los osos han de moverse a tierra sin o con un mínimo acceso al alimento.”
El estudio afirma que desde la década de 1990 los osos polares de todos los sexos y edad son cada vez más delgados. Los periodos sin hielo más prolongados también han provocado camadas más pequeñas, una tendencia que los científicos dicen podría seguir por lo menos durante las próximas tres generaciones (37 años).
“Los resultados revelan que las camadas de dos crías, que anteriormente eran la norma, podrían no darse en la bahía de Baffin a medida que se siga perdiendo hielo,” escriben los científicos.
Como máximo depredador en la cadena alimentaria, el impacto del cambio climático se amplifica y actúa como presagio para todas las demás especies, indicando que muchas sufrirán destinos similares.
“Los cambios que documentamos aquí afectarán a todo el planeta,” concluye.