La Red de Monitoreo del comercio de la vida silvestre (TRAFFIC) ha revelado que el 80 por ciento de los tiburones y rayas capturados globalmente puede atribuirse prácticamente a solo 10 países, con un total de 600.000 toneladas al año, según su nueva investigación An Overview of Major Shark Traders, Catchers and Species.
Un amplio abanico de especies de tiburones y rayas han sufrido dramáticos descensos en sus poblaciones debido principalmente a la sobreexplotación por sus aletas y carne.
Los tiburones y rayas son particularmente vulnerables a la sobrepesca debido a su madurez sexual tardía y su baja tasa de reproducción.
“Se requieren medidas urgentes para combatir la sobreexplotación y la falta de información detallada de las capturas y tráfico. Como máximos depredadores, el bienestar continuo de estas poblaciones es esencial para la salud global de nuestros océanos,” dice Nicola Okes, coautora del informe.
TRAFFIC revela que los barcos con pabellón de Indonesia, España, la India, México y Estados Unidos encabezan la lista de las mayores capturas entre 2007 y 2017.
El este asiático supone más del 90 por ciento de las importaciones de aletas de tiburones, donde suelen consumirse como ingrediente en una sopa considerada de prestigio social. Hong Kong es de lejos el mayor importador, con unas 9.060 toneladas de promedio al año, seguido de Malasia, China y Singapur.
La carne de tiburón y raya, por otro lado, se consume principalmente en Brasil, Italia, España y Uruguay, que conjuntamente han supuesto el 57 por ciento de las importaciones globales durante la última década.
La naturaleza migratoria y amplio rango geográfico de muchas especies de tiburones y rayas hace especialmente complicada su protección.
“Necesitamos más información sobre los principales países implicados para que asuman sus responsabilidades así como medidas de monitorización y gestión para impedir descensos adicionales de las poblaciones,” añade.