La tortuga, una Carey en peligro crítico de extinción, que fue arrastrada muerta hasta una playa de Tailandia, es la víctima más reciente del grave problema de los plásticos marinos en el país.
El Centro para la Conservación de Tortugas Marinas de la Armada Real de Tailandia halló el cuerpo el pasado domingo con signos evidentes de deterioro y podredumbre. La posterior necropsia reveló que su estómago estaba lleno de plástico y trozos de redes de pesca.
Kornkamol Kitimala, veterinaria del centro, dice que, aunque el cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición, se ha podido concluir que la basura acumulada en su estómago fue la causa de la muerte. Añade que el animal tenía aproximadamente un año de edad.
En los últimos tres meses han llegado arrastradas hasta las playas de Tailandia hasta diez tortugas marinas, algunas ya muertas. Las supervivientes están siendo tratadas por los veterinarios. Todas las muertes han sido causadas por desechos plásticos tirados al mar.
El destacado biólogo marino Thon Thamrongnawasawat, de la Universidad de Kasetsart, dice que la situación es trágica ya que durante el pasado fin de semana fueron halladas muertas otras cuatro en el golfo de Tailandia por culpa del plástico.
Dice que muchas tortugas marinas también están muriendo de asfixia al quedar atrapadas en las redes de pesca y no poder salir a respirar o por la colisión con barcos, una amenaza creciente. Pide a las autoridades tailandesas que aborden urgentemente el grave problema del plástico marino y regule mejor el transporte marítimo y la pesca.
“No será fácil hacerlo todo a la vez, pero debemos tomar medidas inmediatamente o perderemos a estas preciosas criaturas para siempre,” decía.
En la última década, el país ha producido cerca de 2 millones de toneladas de desechos plásticos al año. Solo el 0,5 por ciento es reutilizado. Tailandia es uno de los mayores consumidores de plástico del mundo, que mata cada año a cientos de mamíferos marinos y reptiles que nadan frente a las costas del país.
El problema de la contaminación por plástico en Tailandia atrajo la atención pública a principios de junio del año pasado cuando la necropsia realizada a un calderón muerto reveló hasta 80 bolsas de plástico en su estómago.
Más de la mitad de los 8 millones de toneladas que cada año acaban vertidos en los océanos del mundo proceden principalmente de cinco países asiáticos: China, Indonesia, Filipinas, Vietnam y Tailandia.