Los pescadores de recreo recurren cada vez más a la captura de tiburones y rayas, una situación que está generando preocupación entre los científicos.
Un nuevo estudio conducido por un equipo internacional de científicos ha revelado que la captura de la pesca recreativa de tiburones y rayas ha aumentado gradualmente en las últimas seis décadas en todo el mundo y actualmente representa entre un 5 y un 6 por ciento del total de las capturas realizadas por ocio.
En su informe, los expertos explican que cada año los pescadores de recreo capturan casi 1 millón de toneladas de tiburones de los ecosistemas marinos. En total, estas capturas han pasado de las 280.000 toneladas al año en la década de 1950 a cerca de las 900.000 a mediados de la década de 2010. De esta cantidad total, unas 54.000 toneladas están compuestas por tiburones y rayas.
“El aumento de estas capturas empezó en la década de 1990 y ha sido particularmente pronunciada en Oceanía y América del Sur,” dice Katia Freire, autora principal del estudio y profesora de la Universidad Federal de Sergipe de Brasil.
“Pero podríamos estar subestimando la cifra real ya que evaluar estos datos de captura es particularmente complicado. La mayoría de países no recogen estos datos o no los incorporan en sus estadísticas nacionales sobre la pesca que luego envían la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.
El aumento de estas capturas es particularmente preocupante porque muchas especies ya están amenazadas por la industria pesquera comercial y los pescadores ilegales.
“El problema con los tiburones y rayas es que aunque el animal sea arrojado de nuevo al mar – una práctica común que consiste en capturar y liberar – no todos los individuos sobreviven,” dice Daniel Pauly, coautor del estudio e investigador principal de la iniciativa Sea Around Us de la Universidad de la Columbia Británica. “Por ejemplo, el 98 por ciento de las cornudas comunes acaba muriendo.”
La biología de los tiburones hace que tengan un crecimiento lento y una madurez tardía, que significa que tienen un número muy pequeño de crías a lo largo de sus vidas. Si se capturan muchos individuos antes de tener posibilidad de reproducirse lo suficiente, entonces su población empieza a disminuir.
Otro problema es la pesca desde las playas, una práctica cada vez más popular.
“En Australia, un grupo de pescadores de recreo pescan enormes tiburones tigre y cornudas desde la playa. Estos enormes animales son esenciales para la salud de la población y es improbable que sobrevivan a la experiencia de una lucha prolongada y tras ser arrastrados hasta la playa,” dice Jessica Meeuwig, coautora del estudio y directora del Marine Futures Lab de la Universidad de Australia Occidental.
“Dado el estado amenazado de estas especies globalmente, tales prácticas son inapropiadas.”
Aunque la información es escasa y dispar, el equipo de investigadores logró saber lo qué se está capturando y lo qué ha sido capturado en 125 países durante más de 60 años.
“Hemos reunido la primra estimación global de las capturas de la pesca recreativa, que es un logro importante,” dice Dirk Zeller, coautor del estudio y director del Sea Around Us – Océano Indico de la Universidad de Australia Occidental. “Incluso las estimaciones aproximadas son mejores que decir que “no tenemos datos”, que se traduce en “cero capturas en pesca recreativa”, una afirmación que no es cierta para la mayoría de países y que lleva a subestimar la pesca recreativa y su impacto en las poblaciones de peces.”
El estudio “Estimating global catches of marine recreational fisheries” fue publicado el 27 de enero de 2020 en la revista Frontiers in Marine Science.