Ocean Sentry
Los arrecifes de coral que sobreviven al rápido blanqueamiento provocado por el calentamiento global siguen profundamente dañados, con apenas probabilidades de que se recuperen totalmente, señalan los investigadores.
Dieciséis años después de que El Niño de 1998 devastara los corales del archipiélago de las Seychelles en el Océano Índico, ningún arrecife ha recuperado su tasa de crecimiento original, informan en un estudio, el primero que revisa la salud coralina durante el periodo de dos décadas.
Una docena de 21 arrecifes monitorizados desde 1994 seguían luchando en 2014 contra las algas, los erizos de mar y el pez loro para restablecer su equilibrio original de flora y fauna de aguas poco profundas.
El resto experimentó lo que los biólogos marinos llaman “cambio de régimen” y hoy están formados por una nueva mezcla coralina mucho menos diversa.
“En un lugar cualquiera en 1994 había al menos 35 tipos de corales”, dice el autor principal del estudio Fraser Januchowski-Hartley, de la Universidad Exeter. “Hoy solo vemos entre 5 y 10”.
Cuatro de los arrecifes solo tenían un dos por ciento de cobertura en 2014 y es probable que mueran definitivamente.
Aunque solo cubren un 1% del área del océano, los arrecifes de coral son el hábitat de un cuarto de su biodiversidad marina y son extremadamente sensibles a los cambios en la temperatura.
También son enormemente importantes como viveros y hábitat para miles de especies marinas y vitales para el sustento de 500 mil millones de personas en todo el mundo.
Con apenas 1ºC de calentamiento antropogénico hasta la fecha, los corales ya han sido devastados por el rápido calentamiento de las aguas causantes del blanqueamiento.
Naciones Unidas estima que ya ha sido destruido un tercio de los arrecifes de coral del mundo.
La Gran Barrera de Coral y las Maldivas se han visto especialmente afectadas.
El fenómeno climático cíclico llamado El Niño, agravado por el cambio climático, es especialmente devastador, el evento de 2015-16 fue el más intenso que se ha registrado nunca.
¿Sobrevivirán los corales?
Januchowski-Hartley y sus colegas examinaron una medida clave de recuperación del coral que ha sido pasada por alto: el ritmo al cual sus formaciones parecidas a las de una roca se construyen o se erosionan.
“Gran parte del trabajo sobre recuperación tras un blanqueamiento ha sido en una métrica que se puede medir fácilmente, tales como la cobertura coralina o la abundancia de peces.”
Los corales reciben nutrientes gracias a unas algas microscópicas, llamadas dinoflagellates, que viven en enormes colonias en su superficie.
Las algas consumen nitrógeno, fósforo y otros nutrientes derivados del coral y usan la luz para transformar esas substancias en energía.
La fotosíntesis también libera energía en el tejido del coral, permitiéndole construir esqueletos de calcio que a su vez sirve de hábitat para estos organismos unicelulares.
Cuando coral se ve sometido a estrés, éste expulsa la dinoflagellates, responsable de darle el característico color vibrante al coral, y se blanquea.
En las Seychelles, ninguno de los 21 arrecifes monitorizados era tan robusto como en 1994, según el estudio, publicado en la revista Royal Society’s Proceedings B.
El futuro parece todavía más desolador
Incluso antes del El Niño de 2015-16, cerca del 70 por ciento de los arrecifes del archipiélago ya estaban a punto de entrar en declive, dice el estudio.
Para agravar las cosas, es probable que los eventos de blanqueamiento ocurran más a menudo a medida que el cambio climático se intensifique.
¿Sobrevivirán los corales? Sí y no, dice Januchowski-Hartley.
“Es probable que los famosos arrecifes que vemos en los documentales de naturaleza sean algo cada vez más raro a mediados de siglo,” dice.
Aun habrán arrecifes de coral, añade, pero probablemente estén “empobrecidos” biológicamente y ya no sustenten los ecosistemas, incluido el humano, que una vez sustentaron.
