Entre las víctimas también se encuentran posiblemente entre 20 y 40 delfines de flancos blancos (Lagenorhynchus acutus), descubiertos a primera hora de esta mañana y conducidos a la bahía de Sandágerði, al sur de la ciudad de Tórshavn.
Rápidamente se ordenaba a los barcos a que salieran en su busca.
Nada más verse acorralados, los mamíferos entraban en pánico, interpretando las embarcaciones a su alrededor como acantilados que tenían que sortear y viéndose obligados a acercarse a la playa mientras el ruido de los motores los iba empujando violentámente por detrás hasta hacerlos encallar.
Una vez en aguas profundas, los locales, incluidos niños, se abalanzaron sobre ellos clavándoles cuchillos y otros intrumentos rudimentarios, entre ellos garfios que clavan en sus espiráculos para arrastrarlos más cerca de la orilla.
Los mamíferos marinos en aguas comunitarias están protegidos por la legislación europea, sin embargo las Islas Feroe, aunque protectorado de Dinamarca, tiene cierta autonomía y por tanto no reconoce ni normativas ni convenios que protegen a los mamíferos marinos. Los animales son masacrados como parte de un caza tradicional anual de las islas.
Las fotografías revelan la magnitud de esta sanguinaria práctica, que se cobra la vida de bebés, juveniles y madres gestantes con sus hijos no natos.
Cada verano, los isleños matan a unos 1000 mamíferos por su carne que luego se distribuye entre los locales y restaurantes, a pesar de los elevados niveles de contaminación acumulados en estos mamíferos.
Se estima que desde principios de 2019 los feroeses han matado a unos 500 cetáceos