Ocean Sentry
Ayer por la mañana los feroeses avistaban a una manada de 9 calderones frente a la costa de Hvalva, obligándola a embarrancar en la playa. Pocas horas después, unos 200 delfines del Atlántico correrían la misma suerte en Skálabotnur, un fiordo de la isla Eysturoy, en las Islas Feroe de Dinamarca.
Estos dos últimos grinds – como se conoce a esta arcaica matanza de cetáceos en las islas Feroe – eleva el número de mamíferos marinos asesinados este verano por los isleños a unos 1.529.
Los calderones y delfines que son avistados nadando cerca de las islas durante sus migraciones anuales cada verano son acorraladas por una flota de barcos motorizados, obligándolos a embarrancar en bahías designadas para tal fin.
Una vez atrapados en aguas poca profundas, el resto de isleños, que esperan en la playa, saltan al agua armados con garfios y cuchillos para matarlos cortando sus médulas espinales.
Con estas matanzas, el Reino de Dinamarca, del que las islas Feroe son un protectorado, está infringiendo tres tratados de los que es signatario – el Convenio de Berna, el Convenio de Bonn y el Acuerdo ASCOBANS (Acuerdo para la conservación de los pequeños cetáceos del Mar Báltico y Mar del Norte).
