Otra ballena franca del Atlántico Norte ha sido hallada muerta frente a la costa de Massachussets, elevando el número total de muertes confirmadas en América del Norte en al menos 13.
La Guardia Costera de los Estados Unidos documentó e informó del cuerpo sin vida el lunes, confirmaba Jennifer Goebel, portavoz de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
La ballena muerta está flotando en estos momentos en el sur del golfo de Maine, a unas 160 millas al este de Cape Cod.
Es la tercera ballena franca del Atlántico Norte hallada en aguas de Estados Unidos, dice Goebel. La noticia llega solo una semana después de que otra ballena fuera hallada flotando muerta frente a la costa de Martha’s Vineyard, la isla sur de Cape Cod en Massachussets.
Entre 10 y 12 ballenas francas del Atlántico Norte han sido halladas muertas en el golfo de San Lorenzo, Canadá, desde el 7 de junio. Las necropsias preliminares han sugerido colisiones con barcos y enredos en aparejos de pesca como causas posibles de las muertes. El informe final se espera para mediados de septiembre.
Solo quedan unas 500 ballenas francas del Atlántico Norte en el mundo, según funcionarios de pesca.
“Es una estadística muy alarmante haber perdido posiblemente el 2 por ciento de la población”, dice Goebel. “Nos preocupa el estado de la población.”
La ballena muerta era una ballena reproductora, según el Acuario de Nueva Inglaterra.
La última muerte confirmada “revela la magnitud del problema”, dice Brian Sharp, director de programa del equipo de rescate e investigación de la organización sin ánimo de lucro International Fund for Animal Welfare.
“Es increíblemente preocupante desde la perspectiva de una especie,” dice. “No es sostenible.”
El número de muertes de ballena franca del Atlántico Norte este año ha excedido con creces el número de nacimientos, según Charles Mayo, científico sénior del Centro para Estudios Costeros de Provincetown, Massachusetts.
Este año solo han nacido cinco crías – una tasa reproductiva de solo un 1 por ciento, dice Mayo. En comparación, el promedio de nacimientos durante los últimos 10 años fue de un 2,5 por ciento.
Mayo también teme que el número real de muertes pueda ser aun más alto que el reportado.
Indica que algunos de los cuerpos probablemente hayan sido arrastrados lejos de la costa y sugiere que podría haber otros más alejados todavía que nunca podrán ser recuperados.
“Una población que ha estado muy cerca de la extinción, ahora lo está mucho más, en especial si se permite que siga sea lo que sea que esté causando estas muertes,” dice Mayo.
Tradicionalmente, un “año típico” vería “un par” de muertes de ballena franca del Atlántico Norte, dice Sharp. Sigue sin estar claro el porqué el número de muertes se ha disparado este año, dice.
Las autoridades esperan que el último de los cuerpos pueda dar algunas pistas. Se está estudiando una estrategia de respuesta por parte de múltiples organismos para intentar localizar la ballena y arrastrarla hasta la costa para realizarle una necropsia o al menos tomar muestras del mar, dice Sharp.
Por ahora, esperan que las perturbaciones climáticas provocadas por el Huracán Gert se calmen antes de iniciar una búsqueda e investigación, añade.