Ocean Sentry
Los expertos buscan revertir la muerte masiva de corales con un tratamiento especial para combatir una enfermedad conocida como “síndrome blanco”.
Desde el pasado 9 de enero, un grupo de expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conap), y la iniciativa Healthy Reefs están aplicando antibióticos a los corales para evitar la propagación de este brote que ya a está afectando a miles de especímenes.
Melina Soto y María del Carmen García, de Healthy Reefs y la Conap, advierten que si los corales siguen muriendo en la región, importantes sectores para el estado, tales como la pesca y el turismo, tendrán problemas para sobrevivir.
Hace poco más de ocho meses, el grupo de expertos detectó en Puerto Morelos que una enorme número de corales estaban enfermando y muriendo rápidamente. Tras compartir la información con la comunidad internacional, los científicos locales confirmaron que se trataba de la misma enfermedad “mortal” que se ha observado desde 2014 en Florida, en los Estados Unidos. Por lo visto, la enfermedad se ha propagado hasta el Caribe mexicano.
Melina Soto dice que aunque el coral “blanqueado” es cada vez más común, esta enfermedad no tiene precedentes y una vez infectado, el coral muere en cuestión de semanas. Actualmente se ha monitorizado toda la extensión de arrecife frente a la Riviera Maya y está afectada por este brote, con la excepción de Cozumel, Banco Chinchorro y Isla Mujeres.
“Esta enorme pérdida afecta directamente a actividades recreativas tales como el snorkle, que practican cada año más de 1.200.000 turistas frente a la costa de Puerto Morelos y Cancún,” dice María del Carmen García.
“Al menos 2000 familias dependen de la industria pesquera en Quintana Roo, hay 26 cooperativas registradas en todo el estado,” añade.
La mayor afectación económica, coinciden, es la pérdida de la función de barrera de un arrecife para contener la fuerza del océano contra la costa.
Los corales generan estructuras subacuáticas hecha del carbonato de calcio secretado y en Quintana Roo éstos están gravemente enfermos. Los especialistas explican que desde la década de los 90 hasta la fecha se ha perdido más del 30 por ciento de la cobertura coralina, de manera que si persiste la tendencia a medio plazo, los arrecifes se erosionarán y finalmente desaparecerán.
En ausencia de una barrera de arrecife, fenómenos meteorológicos extremos provocarán daños graves a áreas urbanas, principalmente a la infraestructura turística en lugares como Cancún y la Riviera Maya.
