Ocean Sentry
Los torneos de pesca de tiburón no suponen una amenaza seria para la supervivencia de los tiburones como especie. El problema de estos eventos anuales, donde han sido muy promocionados en Long Island, el triunfo del hombre por encima de un temido depredador de la talla del tiburón, trivializa la difícil situación por la que están pasando.
Los tiburones deberían de provocar temor. Pero no por sus dientes, por su tamaño o, en las propias palabras del capitán Quint’s en la película ‘Mandíbulas’, “sus ojos negros sin vida, como los ojos de una muñeca”. El temor es que los estamos perdiendo. “
Hoy, los torneos de tiburones en el este de Long Island atraen a cientos de barcos y miles de curiosos, que dan un vistazo a la leyenda del devorador de hombres de las profundidades, el mar oscuro. El pasado fin de semana la Star Island Yatch Club en Mountauk ofrecía 1 millón de dólares en efectivo.
Un equipo de científicos canadienses y americanos informaron en el diario Science el pasado año que desde 1970 a 2005, el número tiburones martillo y tiburones tigre en el noroeste Atlántico podría haber disminuido en más del 97 por ciento
