Ocean Sentry
Hasta la fecha, las muertes de más de 150 delfines en el golfo de México son debido en parte al devastador vertido de crudo de BP y a los dispersantes químicos empleados para contenerlo, señalaba un informe el jueves.
Un total de 153 delfines han sido hallados en el golfo hasta la fecha en 2011, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA). Sesenta y cinco de los mamíferos eran crías.
En un estudio sobre los efectos del vertido, el experto marino Graham Worthy de la Universidad de Central Florida, junto con otros 26 expertos, dicen que los delfines fueron hallados en una parte del golfo que vio el vertido de casi 5 millones de barriles de crudo en el que se considera el peor ocurrido en la historia de Estados Unidos.
‘Sospecho que lo que podríamos estar viendo son varias cosas a la vez formando una tormenta perfecta,’ decía Worthy.
Sin embargo, los delfines pueden sobrevivir normalmente en las aguas inusualmente frías a las que se dio parte de la culpa, de manera que las muertes ‘pueden ser también vistas como un efecto indirecto derivado del vertido de crudo de BP,’ dice.
‘Si el crudo y los dispersantes han alterado la cadena alimentaria, esto puede haber impedido a las madres delfín alimentarse adecuadamente y acumular la grasa aislante que necesitan para resistir el frío.’
El pasado mes, BP prometió mil millones de dólares para impulsar proyectos destinados a restaurar la costa del golfo, reconstruir las marismas costeras dañadas, reponer las playas manchadas y conservar el hábitat del océano para ayudar a la recuperación de la fauna salvaje.
Los fondos también están siendo destinados a restablecer los humedales que proporcionan protección natural ante tormentas.
En el momento en el que el pozo fue sellado 87 días más tarde, se habían vertido 4,9 millones de barriles (206 millones de galones) de crudo a 5.000 pies (1.500 m) por debajo de la superficie del golfo de México.
También fueron rociados más de un millón de galones de dispersantes para disolver el crudo de la superficie y del agua profunda, en algunos casos simplemente obligando al crudo a hundirse y a aglutinarse. Los conservacionistas advirtieron que su uso suponía también un peligro de salud para los animales y plantas del golfo.
Cientos de millas de frágiles humedales costeros y playas quedaron contaminados, un tercio de las ricas aguas del golfo fueron cerradas a la pesca y los costes económicos han alcanzado los cientos de miles de millones de dólares. Fuente
