(De pressandjournal.co.uk)- Defensores para el bienestar de la fauna visitaron ayer Moray (Escocia) para destacar la situación difícil de miles de focas asesinadas cada año en aguas escocesas. Cada año, las focas son disparadas por trabajadores de las piscifactorias e industrias de la pesca para evitar que coman sus capturas. La actual Acta de Conservación de las Focas de 1970 permite que las focas sean disparadas incluso si éstas están embarazadas o con crías a su cuidado. No hay requisitos legales para los pescadores de declarar ninguna de las muertes, haciendo difícil registrar el número exacto de focas que mueren en Escocia, sin embargo los expertos estiman que este número ronda los varios miles cada año.
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