Ocean Sentry
La corriente cálida del Atlántico, y que está relacionada con los cambios severos y bruscos del clima en el pasado, se encuentra actualmente en su punto más débil en al menos 1.600 años, según ha revelado una nueva investigación.
Un sistema de corrientes del Océano Atlántico que regula el clima global se encuentra en su punto más débil en 1.600 años, debilitado en gran parte por el cambio climático, informan los científicos, que advierten de las nefastas consecuencias que podrían producirse.
Los resultados, basados en varias pruebas científicas, ponen en entredicho las predicciones anteriores de que un colapso catastrófico en la corriente del golfo tardaría siglos en ocurrir.
Pero dos estudios publicados en la revista Nature concluyen que el sistema, llamado Circulación Meridional de Retorno del Atlántico Norte (AMOC, en sus siglas en inglés), se está ralentizando, confirmando una sospecha científica sostenida durante mucho tiempo.
El debilitamiento, en el que coinciden ambos estudios, ha sido resultado del derretimiento del hielo marino, los glaciares y las plataformas de hielo liberando agua dulce al Atlántico Norte, menos densa que el agua marina salada.
“Esta agua dulce ha hecho que la AMOC se debilite ya que se ha impedido que las aguas menos densas se hundan,” dice David Thronalley de la Universidad Colegio de Londres, quien ha co-escrito uno de los estudios.
La AMOC suele compararse a menudo con una cinta transportadora que redistribuye calor a través del océano, regulando también el clima en tierra.
Sus corrientes transportan aguas cálidas y saladas de la corriente del golfo hacia el norte, liberando calor a la atmósfera y proporcionando el clima cálido que goza Europa Occidental.
A medida que el agua se enfría en los mares del norte, ésta se hunde en las profundidades y viaja hacia el sur hacia la Antártida para finalmente regresar hasta la corriente del golfo y así sucesivamente.
“Si el sistema sigue debilitándose podrían verse alterados los patrones climáticos de Estados Unidos y Europa hasta el Sahel africano y causar un aumento más rápido del nivel del mar en la costa este de los Estados Unidos,” dice la Institución Oceanográfica Woods Hole que también ha participado en la investigación.
Además de calentar Europa, el sistema transporta importantes nutrientes, oxígeno y larvas de organismos marinos tales como corales y peces entre regiones oceánicas.
También controla la capacidad de los mares para absorber y almacenar dióxido de carbono – el gas de efecto invernadero más abundante que contribuye al calentamiento del planeta.
Para el primer estudio, Thornalley y su equipo consultaron registros históricos en el suelo marino – granos de arena depositados por las corrientes oceánicas. Cuanto más grandes son estos granos en una capa de sedimento, más fuerte tiene que haber sido la corriente.
Los datos revelaron que la AMOC fue relativamente estable entre aproximadamente el año 400 y 1850, y luego empezó a debilitarse en torno al inicio de la era industrial.
El segundo estudio examinó los patrones de la temperatura de la superficie del mar para concluir que la AMOC se ha debilitado un 15 por ciento durante la última mitad de siglo – probablemente en respuesta al calentamiento global provocado por la quema de combustibles fósiles como el carbón, crudo y gas natural.
Los dos equipos hallaron un grado similar de debilitamiento de la AMOC, pero durante dos periodos de tiempo muy distintos.
Esto tiene implicaciones a la hora de identificar el detonante: si fue producido por la humanidad o por cambios naturales en el clima.
“Es probable que el debilitamiento inicial que ocurrió a finales de la Pequeña Edad de Hielo fuera debido a procesos naturales al término de la Pequeña Edad de Hielo,” dice Thornalley.
“Sin embargo, el hecho de que la AMOC se haya mantenido débil y se haya debilitado aun más a lo largo del siglo XX, con un evidente descenso desde 1950, es muy probable que se deba a factores humanos.”
Los estudios no pueden concluir si la AMOC retrocederá aun más pero, de hacerlo, es probable que ocurra un enfriamiento adicional en el Atlántico Norte, un aumento de las tormentas invernales para Europa, un posible cambio hacia el sur del cinturón de precipitaciones tropicales y un aumento más rápido del nivel de lar frente a la costa de Estados Unidos.
La película “El día de mañana” de 2004 anticipó una rápida ralentización de la AMOC y un congelamiento devastador. Los conceptos básicos de la ciencia se presentaron correctamente, dice Thornalley.
“Obviamente se exageró – los cambios ocurrían en unos pocos días o semanas y eran mucho más extremos. Pero es cierto que en el pasado este debilitamiento de la AMOC ocurrió muy rápidamente y causó enormes cambios.”
