Un rorcual adulto y una cría son arrastrados por la rampa del Nisshin Maru, un buque ballenero que es el único buque factoría del mundo. La herida visible desde el costado de la cría fue causada supuestamente por un arpón explosivo. La imagen fue tomada por agentes de Aduanas Australianas en 2008 en un esfuerzo por recopilar pruebas de la caza indiscriminada, que contradice las reclamaciones de Japón de que la caza de ballenas tiene fines científicos. En 2010, Australia presentó una demanda en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) esperando detener la caza de ballenas de Japón. En 2014, la Corte Internacional de Justicia ordenó a Japón la suspensión de la caza al considerar que su denominada «caza de ballenas con fines científicos» no era compatible con el Convenio Internacional para la Regulación de la Pesca de la Ballenas, las sentencias de la CIJ o el Derecho internacional. Tras el fallo de la Corte, Japón anunció un Programa de investigación científica sobre las ballenas en el océano Austral (NEWREP-A), cuya duración está programada para 12 años, hasta 2026/27. Bajo el nuevo programa, Japón cazará al año un máximo de 333 rorcuales aliblancos en el Océano Austral.