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Una estampida causa probable de la muerte de 64 crías de morsa

Al menos 64 morsas, la mayoría de menos de un año de edad, han sido halladas muertas cerca del pueblo de Point Lay, en la parte más septentrional de Alaska, en los Estados Unidos.

Miles de morsas del Pacífico están llegando de nuevo a la costas noroeste de Alaska ante la falta de hielo marino ártico y no todas logran sobrevivir.

Un sondeo realizado el lunes a lo largo de una milla de litoral cerca el pueblo esquimal de Point Lay halló 64 morsas muertas, según ha informado el Servicio de Pesca y Fauna Silvestre de los Estados Unidos.

La mayoría de los animales tenían menos de un año. La causa de las muertes todavía no se conoce, señala Andrea Medeiros, portavoz de la agencia, aunque se sospecha que haya sido debida una estampida – cuando los mamíferos huyen aterrorizados y emprenden la huida al mar, aplastando a las crías por el camino.

“Por la edad de los animales, creemos que se trata de una estampida más que debido a una enfermedad,” dice.

Un oso polar, un cazador, un avión o un barco pueden provocar una estampida.

Los residentes nativos de Alaska de Point Lay, que pueden cazar legalmente morsas como alimento, expresaron su inquietud tras ver un avión sobrevolando en círculos cerca de donde estaba el grupo de morsas.

Las directrices del Servicio de Pesca y Fauna Silvestre instruyen a sus pilotos de aviones monomotor a permanecer a más de media milla de las morsas en tierra o en el hielo, y a sobrevolar por encima de los 610 metros.

También exigen que los helicópteros y aviones de más de un motor se mantengan alejados más de una milla. La agencia advierte que se trata solo de una orientación y que crear un malestar a estas aglomeraciones supone una violación de la ley federal.

Varios cientos de morsas llegaron a la costa cerca de Point Lay el 3 de agosto, la aparición más temprana realizada hasta la fecha, un fenómeno estrechamente relacionado con el calentamiento global y la disminución de hielo marino en el océano Ártico.

Una semana después, el número había aumentado hasta alcanzar los 2.000. El pasado mes, entre 30.000 y 40.000 morsas se habían llegado a aglomerar por momentos en la playa, señala Medeiros.

Las morsas se sumergen cientos de pies para alimentarse de almejas en el fondo del océano pero, a diferencia de las focas, no pueden nadar indefinidamente.

Históricamente, el hielo marino ha proporcionado una plataforma para descansar y un lugar seguro para las madres con crías.

Sin embargo, el hielo marino ha retrocedido mucho hacia el norte en los últimos años debido al calentamiento global, más allá de la plataforma continental poco profunda, en aguas de más de 3.050 metros de profundidad, una distancia demasiado profunda para que las morsas puedan alcanzar el fondo marino.

En lugar de permanecer en el hielo marino por encima del mar profundo, las morsas se han hacinado en la orilla para descansar.

Las crías son especialmente vulnerables a estas aglomeraciones, con hembras que pueden llegar a pesar más de una tonelada.

Los residentes de Point Lay informaron a principios de agosto los cuerpos sin vida de entre 3 y 5 morsas. El lunes, un miembro de la comunidad que trabaja para el Servicio de Pesca y Fauna Silvestre contó 64 morsas muertas y las marcó, para que no sean contadas de nuevo en un sondeo posterior.

La agencia prevé enviar un veterinario para determinar la causa de las muertes al no haber testigos de la estampida.

Shaye Wolf, directora de ciencia climática de la organización sin ánimo de lucro Center for Biological Diversity, que en 2008 escribió la petición para listar a la morsa como especie amenazada o en peligro de extinción, dice que el Servicio de Pesca y Fauna Silvestre debería modificar las directrices para proteger a estos mamíferos.

“Estos animales están sufriendo un enorme estrés con el cambio climático y, cuando se ven empujados a ir a la costa, deberían tomarse medidas firmes para evitar cualquier posible alteración,” dice.

La verdadera amenaza para las morsas es la rápida pérdida del hielo marino debido al cambio climático, dice, añadiendo que los retrocesos en las protecciones por parte de la Administración Trump amenazan aun más a estos animales.

El hielo en el mar de Chukchi no ha alcanzado su mínimo en 2017. Las morsas probablemente seguirán viniendo a las costas hasta que empiece a formarse hielo con la llegada del invierno, dice el Servicio de Pesca y Fauna Silvestre.

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