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Un delfín destinado a una vida en cautividad, el resto de la manada aniquilado: Taiji

Según informa el Dophin Project, con un equipo de voluntarios registrando la situación sobre el terreno en Taiji, tras 15 días de aguas azules, una pequeña manada de delfines de Risso fue obligada esta madrugada a embarrancar en la infame cala.

Los cazadores de delfines se apresuraron a desplegar sus características lonas azules en el área para ocultar las atrocidades de las cámaras de los voluntarios. Los “adiestradores de delfines” llegarían más tarde para trabajar codo con codo con los cazadores.

De entre todos los miembros, los adiestradores escogieron a un delfín, al que consideraron “adecuado” para su posterior venta y exhibición en algún acuario o parque marino.

Entre la aterrada manada se desató una lucha en vano por escapar, quedando atrapados en las redes y siendo empujados presos del pánico nuevamente al área, donde exhalarían su último aliento.

Por un instante, imagínatelo.

Imagina ser obligado a correr una maratón a toda velocidad con toda tu familia hacia un lugar al que no quieres ir. Ver como tu hijo no puede seguir el ritmo y se va quedando atrás, exhausto y aterrado. Comprobar que ese lugar al que te han llevado, a ti y a tu familia, no tiene salida, es una trampa mortal. Los gritos de unos seres que nunca has visto antes no auguran nada bueno. Cuando aun sigues intentando recuperarte del cansancio, la confusión y el miedo, ves como van separando a tus familiares y amigos uno a uno. Tu hijo y tú os mantenéis aferrados el uno al otro hasta que un grupo de esos seres extraños lo apartan de ti a la fuerza. Se lo llevan. No sabes dónde. Y oyes los gritos de desesperación pidiéndote ayuda mientras te retienen. Intentas escapar pero no puedes superar la intensa presión que esos seres extraños ejercen contra ti, aplastándote, inmovilizándote. Y ves de lejos como la sangre de tus familiares se va derramando, como sus gritos se van apagando, como sus colas dejan de chapotear en el agua. Como se hace un silencio aterrador. Sabes que el siguiente eres tú.

Eso es lo que ocurre en Taiji, un pequeño pueblo de Japón. Es el infierno en el que pueden acabar los miles de delfines que pasan inadvertidos por las costas de Taiji entre septiembre y marzo. Eso es lo que está pasando ahora mismo.

El mundo tiene que ser testigo de estas muertes. Los activistas que deciden apagar sus cámaras, están cerrando los ojos del mundo a los crímenes que se están cometiendo en Taiji. Sin voluntarios en el terreno registrando cada muerte, el mundo, lamentablemente, acabaría olvidando.

Afortunadamente, las cámaras de los voluntarios del Dolphin Project seguirán encendidas durante toda la temporada de caza año tras año y no permitirán que ningún delfín muera de espaldas al mundo.

Si quieres unirte al equipo de voluntarios del Dolphin Project, por favor clicka en el enlace.

“Mientras Taiji tenga delfines, Taiji tendrá al Dolphin Project” – Ric O’barry

 

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