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Tribu nativa norteamericana está presionando para conseguir la liberación de la orca Lolita

Una delegación de la Nación Lummi está en Miami luchando por la liberación de la orca Lolita del Miami Seaquarium. La tribu quiere que la orca regrese a sus aguas nativas en el mar de Salish.

“Volverá la paz. No nos estamos manifestando. Somos los protectores de esta gran tierra,” decía el miembro del consejo tribal, Freddy Lane.

La Nación Lummi es una tribu norteamericana del estado de Washington, en la costa noroeste de los Estados Unidos. Son los habitantes nativos de las tierras bajas de Puget Sound (Mar de Salish).

“Esto no tiene que ver con nosotros. Tiene que ver con hacer lo correcto,” dice.

En agosto de 1970, Lolita – conocida entonces como Tokitea – fue arrebatada a su familia a la edad de 4 años durante las infames capturas de Penn Cove, cerca de Puget Sound, en el estado de Washington, y vendida por 6.000 dólares al Seaquarium de Miami.

Lolita lleva viviendo 47 años en la piscina más pequeña de los Estados Unidos, considerada ilegal según la Ley de Bienestar Animal, donde es obligada a realizar dos espectáculos al día, siete días a la semana. La piscina no tiene ningún refugio donde pueda protegerse del abrasador sol de Miami. A menudo es cubierta con óxido de zinc negro para evitar las quemaduras, una substancia que se dice también se usa para ocultar las dolorosas ampollas en su piel provocadas por las quemaduras del sol.

Las capturas de Penn Cove siguen siendo el periodo más oscuro habido nunca en la historia entre la humanidad y las orcas.

Los procesos de captura implicaron la detonación de explosivos, lanchas y avionetas para acorralar a las orcas en una ensenada.

Las crías fueron separadas de sus madres usando redes y barcos. Las desesperadas madres no pudieron hacer nada salvo observar impotentes como se llevaban a sus crías. Nunca más volverían a verlas. Poco sabían esas crías que su verdadero sufrimiento justo acababa de empezar.

Las brutales capturas de Penn Cove. En el proceso murieron hasta 7 orcas.

Lolita es la única superviviente de unos 45 miembros de la comunidad de orcas residentes del sur que tuvieron que soportar la brutal captura que mató a varias orcas. Las orcas capturadas fueron exhibidas en parques marinos. Algunas solo sobrevivieron unos pocos meses. Finalmente, todas, salvo Lolita, acabaron muriendo prematuramente.

Sin ninguna motivación mental, física o emocional, Lolita pasa los días flotando apática en su pequeña piscina. Una de las orcas con las que compartió celda, Hugo, se suicidó tras golpearse repetidamente la cabeza contra las paredes de esa misma piscina.

La Nación Lummi pide al Seaquarium que libere a la orca al lugar al que pertenece.

“Muchos otros que protegen el mar de Salish piden su regreso a su hogar. Somos la voz de los que no la tienen,” dice Jay Julius, presidente del Consejo Tribal Lummi.

“Si el Seaquarium aunara fuerzas con nosotros, podría formar parte de este esfuerzo y jugar un papel decisivo en hacer lo correcto,” dice.

Pero el Seaquarium no ha querido ni negociar.

El candidato a la gobernación de Florida, Phillip Levine, quien mientras fue alcalde de Miami Beach presionó por la jubilación de Lolita, lo sabe mejor que nadie.

“El Seaquarium no quiere oír ni hablar. Está más interesado en los beneficios que en la liberación de esta maravillosa orca,” dice. “No quiere escuchar, quiere hacer lo que le viene en gana. Creo que la única forma es mediante la presión mediática, la presión de los clientes y de la gente”.

El Seaquarium sostiene que mover a la orca sería demasiado arriesgado. Ahora Lolita tiene 52 años y es la segunda orca más vieja en cautividad.

Pero aquellos que están presionando por su liberación afirman que ese argumento no justifica nada.

“¿Dónde en todo el plan – la transición, el transporte, la inmersión a sus aguas nativas – está el gran peligro?,” decía Howard Garrett de la organización Orca Network.

“Si fuera peligroso para ella, ni la tocaríamos. No querríamos que volviera a su hogar.”

Susan Berta, cofundadora de la organización Orca Network, añade: “Conocemos su familia, sabemos donde está. Me encantaría ver un final feliz en esta historia.”

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