Home / Noticias / Tiburones / Tailandia y el consumo de aleta de tiburón, un preocupante presagio para las poblaciones mundiales de tiburones

Tailandia y el consumo de aleta de tiburón, un preocupante presagio para las poblaciones mundiales de tiburones

Más de la mitad de los tailandeses ha comido aleta de tiburón y tiene intención de consumirla de nuevo en el futuro.

Una enorme parte de la población sigue sin conocer la magnitud y crueldad del comercio de aletas de tiburón, lo que sugiere un potencial aumento del consumo de aletas en el país, según un nuevo informe publicado por la organización WildAid.

Además, Tailandia exporta una cantidad importante de productos derivados de aleta de tiburón, aumentando todavía más su impacto en las poblaciones de tiburones. El informe “Shark Fin Demand in Thailand” recopila datos sobre el papel de Tailandia en el comercio de aletas de tiburón así como los resultados de una encuesta sobre el consumo llevada a cabo por WildAid y Rapid Asia. 

La encuesta formaba parte de un esfuerzo regional para comprender mejor el consumo de aleta de tiburón y el grado de concienciación y opiniones en general sobre temas relacionados con los tiburones y el comercio de aletas en el sudeste de Asia. Los resultados revelan que el consumo de aleta de tiburón en Tailandia ya se ha generalizado, con el potencial de convertirse en un mercado importante para el comercio. 

El 57 por ciento de los tailandeses de ciudad han consumido alguna vez aleta de tiburón y el 29 por ciento la ha consumido los 12 meses anteriores. Alarmantemente, un 61 por ciento dijo que la consumirá en el futuro, citando la curiosidad y haber oído en boca de otros que tiene buen sabor, aunque la aleta de tiburón no tiene ningún sabor (el sabor procede principalmente del caldo en la que se cocina y los ingredientes añadidos).

Los encuestados respondieron que consumían aleta de tiburón principalmente en bodas (72%), comidas familiares en restaurantes (61%) y reuniones de negocios (47%). Una investigación de mercado previa conducida por WildAild contabilizó al menos 100 restaurantes que sirven aleta de tiburón en Bangkok.

Se estima que cada año mueren unos 100 millones de tiburones y que las aletas de hasta 73 millones de tiburones acaban en una sopa cada año. Tailandia posee un activo mercado nacional de aletas, siendo muchos los consumidores que desconocen la derrochadora práctica del “finning” que hay detrás de cada bol de sopa de aleta de tiburón: a menudo las aletas del tiburón son cortadas en el mar y el resto del animal es arrojado al mar donde muere asfixiado al no poder nadar.

“Los resultados revelan que en Tailandia existe una fuerte necesidad de concienciar a la gente sobre los efectos del consumo de aleta de tiburón y de reducir la demanda de los productos derivados de aleta de tiburón. Si se detiene la compra, la matanza de tiburones también”, dice John Baker, director gerente de WildAid.

Según el Centro de Inteligencia Alimentaria de Tailandia, solo entre 2012 y 2016, Tailandia exportó unas 22.467 toneladas de aletas de tiburón y productos derivados de aleta e importó unas 451,57 toneladas.

En 2015, Tailandia exportó unas 5.000 toneladas de aleta de tiburón, aproximadamente el equivalente a la cantidad que se importó a Hong Kong ese mismo año. No está clara la procedencia de las aletas, ya que la población de tiburones nacionales de Tailandia sería insuficiente para abastecer la cantidad reportada. Estos datos sitúan a Tailandia como el mayor exportador de aletas de tiburón del mundo.

Los precios de un bol de sopa de aleta de tiburón oscilan ampliamente, de los 300 Baht en la calle a los 4.000 Baht en un restaurante de lujo. WildAild halló preocupantes resultados tras encuestar a los tailandeses para saber su conocimiento sobre los problemas a los que se enfrentan los tiburones.

Al menos la mitad de los encuestados desconoce las consecuencias del comercio de aleta de tiburón en las poblaciones de tiburones mundiales, tanto de los tiburones que mueren solo por sus aletas, como del dramático descenso de hasta el 98 por ciento que han experimentado algunas poblaciones. El 85 por ciento desconoce cuántos tiburones mueren al año.

“Este año WildAid espera trabajar estrechamente con el gobierno, aumentar la colaboración con restaurantes y hoteles y captar personas célebres como embajadoras para los medios de comunicación y la difusión pública. Cuanta más gente conozca las consecuencias del consumo de sopa de aleta de tiburón, menos querrá participar en el comercio. Juntos podemos acabar con la demanda de aletas de tiburón en Tailandia”, añadía Baker.

 

Check Also

Investigación revela los principales países en el consumo de carne de tiburón y rayas

La Red de Monitoreo del comercio de la vida silvestre (TRAFFIC) ha revelado que el 80 …