Ocean Sentry
Grupos por la conservación presentaron ayer una demanda contra el Departamento de Transporte de Hawaii por no abordar las lesiones y muertes de aves marinas amenazadas de extinción provocadas por las luces brillantes en aeropuertos operados por el estado de Hawaii.
La pardela de Newell es una especie amenazada y el petrel hawaiano y el paíño de Harcourt son especies en peligro de extinción. El hecho de que el Departamento de Transporte no haya logrado proteger a estas aves marinas nativas de estas operaciones en sus instalaciones viola la Ley de Especies Amenazadas de extinción, según se alega en la demanda presentada.
Las aves marinas se ven atraídas por las luces brillantes que proyectan aeropuertos y muelles. Estas instalaciones se encuentran entre las causas más documentadas de lesión y muerte en aves marinas. Las aves marinas se desorientan y se quedan dando vueltas permanentemente por las luces hasta caer al suelo exhaustas o chocando contra los edificios próximos.
En Kauai, donde vive gran parte de la población de pardela de Newell del planeta, las luces brillantes han contribuido de forma significativa al catastrófico descenso del 94 por ciento de la población desde los 90.
A la vez, la población de petrel de Hawaii en la isla de Kauai ha descendido un 74 por ciento.
Actualmente, las poblaciones reproductoras que quedan de estas dos especies se aferran a su supervivencia en Maui y Lanai.
“Las trágicas muertes de estas aves marinas amenazadas podrían haberse evitado,” dice Brian Segee, abogado de la organización sin ánimo de lucro Center for Biological Diversity.
“El Departamento de Transporte no puede seguir ignorando la Ley de Especies Amenazadas. Tiene que hacer lo correcto por estas aves marinas increíbles y mejorar las condiciones en el suelo para compensar el daño provocado a lo largo de décadas por culpa de estas luces brillantes”, añade.
