El pingüino de las Galápagos es endémico del archipiélago de Galápagos, Ecuador. La especie está sufriendo graves fluctuaciones principalmente como resultado de las perturbaciones marinas que podrían llegar a ser más extremas. Estas perturbaciones han provocado una reducción muy rápida de la población durante las tres últimas generaciones. Casi todas las aves se reproducen en las islas Fernandina y Isabela en la parte occidental del archipiélago. Los derrames de crudo suponen una grave amenaza, así como depredadores no nativos como ratas, gatos y perros. Los gatos asilvestrados además también son vectores de parásitos como el Toxoplasma gondii, que ha sido hallado recientemente en las aves con consecuencias todavía desconocidas. Los mosquitos (Culex quinquefasciatus), que llegaron a Galápagos en la década de los 80 como resultado de la acción humana, también son vectores del paludismo aviar y del virus del Nilo Occidental y se sabe que las aves del género Spheniscus son muy susceptibles a estas enfermedades, por lo que estos insectos representan una nueva amenaza potencial para la supervivencia de la especie. La especie está clasificada como en “Peligro” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Fuente: http://www.iucnredlist.org/details/22697825/0