Los manifestantes se congregaron el jueves en la Presa de Bonneville, entre los estados de Washington y Oregón, Estados Unidos, un día después de haberse sacrificado al primer león marino de 2010 como parte de un proyecto que tiene como finalidad proteger al salmón Chinook que migra al Río Columbia.
‘Con éste se cumple el tercer año de un plan de tres años de matanza de leones marinos aprobado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA)’, explicaba la portavoz del Departamento del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos Jessica Sall. A finales de año las autoridades evaluarán la situación para determinar si se requiere una extensión a este proyecto.
Las autoridades han informado que actualmente 80 leones marinos cumplen los requisitos para ser sacrificados. A lo largo de los dos primeros años, la operación ha matado a veinticinco leones marinos.
Matt Rossell, del grupo Defensa de los Animales, un grupo contrario al proyecto, acudía a la manifestación.
‘Es terrible ver como se mata a estos leones marinos innecesariamente,’ señalaba.
Rossell dice que los líderes de estado están ignorando los efectos de la propia presa y la sobrepesca como posibles causas de la diezma de los ejemplares de salmón.
‘Cuando examinas lo que en realidad está pasando aquí, esto no está funcionando, no está ayudando a este asunto, no está salvando ni protegiendo al salmón. Los leones marinos están siendo los cabezas de turco,’ señala Rossell.