Hoy fue una mañana especialmente sanguinaria en Taiji con el cruel asesinato de 51 delfines listados (Stenella coeruleoalba), una familia que pasaba por delante de las costas de este pueblo totalmente ajena a la maldad humana.
Los voluntarios sobre el terreno explican que el nivel de crueldad al que fue sometido cada uno de estos delfines es inimaginable.
Debido al gran tamaño de la manada, los cazadores no pudieron ocultar el absoluto horror que tuvo lugar.
Una vez conducidos y encerrados en la cala sin posibilidad de escapar a mar abierto, muchos delfines se arrojaron totalmente presos del pánico contra las afiladas rocas de la cala, sufriendo cortes desgarradores en la piel y desangrándose en el proceso.
Poco después, llegaban varios cazadores vestidos con trajes de neopreno para rodear sus colas con cabos y entregarlos a una embarcación. Esta embarcación los arrastraría bajo unas lonas para rematarlos fuera de los focos de las cámaras de los voluntarios.
Muchos de estos delfines seguían todavía con vida, por lo que los Cove Monitors pudieron escuchar cómo algunos golpeaban los flancos de la embarcación.
Los Cove Monitors vieron como uno de los cazadores en el agua encontraba a un delfín muerto enredado en las redes y como su cuerpo sin vida también era arrastrado por la cola hacia las lonas. También observaron a otro delfín atrapado entre la red y las rocas en medio del agua ensangrentada de sus familiares. Tomó su último aliento y quedó flotando boca abajo.
Cada uno de estos delfines fue torturado, hostigado y mutilado antes de ser asesinado delante de sus familiares.
Este proceso duró al menos una hora, dejando la pequeña bahía teñida del rojo brillante de la sangre.
Según los Cove Monitors, los voluntarios de la organización Ric O’Barry’s Dolphin Project, no hay palabras que puedan describir la devastación ocurrida esta mañana en Taiji.
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Fuente: Ric O’Barry’s Dolphin Project