Esta mañana, los cazadores de delfines de Taiji conducían a una pequeña familia formada por seis delfines de Risso (Grampus griseus) hacia la cala, de la que ningún miembro saldría con vida.
A pesar del reducido número de delfines, las 12 embarcaciones se reunieron en alta mar para dominar a la pequeña manada. Uno de los Cove Monitors que habla japonés escuchó a un cazador decir “vayamos rápido”.
Los delfines de Risso son mamíferos dóciles y, en este entorno de aguas poco profundas totalmente desconocido para ellos pues raras veces se aventuran a visitar las líneas costeras, los cazadores pudieron actuar rápidamente empujándolos bajo las lonas una vez cerrada su salida a mar abierto.
Los voluntarios informan que apenas se oyó el salpicar el agua, aunque informan que oyeron a un delfín golpeando uno de los lados de una embarcación después de ser atado por la cola.
Unos minutos después, apareció una embarcación de debajo de las lonas con los 6 cuerpos sin vida amontonados.
Uno de los cazadores arrojó una lona gris sobre los cuerpos para cubrirlos e impedir que los voluntarios captaran la grotesca imagen. Acto seguida se sentó encima. Lo que los cazadores no pudieron evitar fue dejar al descubierto los cuerpos cuando éstos fueron transferidos a otro barco.
La matanza de delfines en Taiji tiene lugar entre el 1 de septiembre y finales de febrero del año siguiente. Seis meses en los que cualquier delfín que pasa por las costas de este pueblo siguiendo sus milenarias rutas migratorias puede acabar masacrado por un puñado de cazadores.
Desde hace muchos años, la organización sin ánimo de lucro The Dolphin Project monitoriza, graba y expone al mundo los crímenes que ocurren en esta cala para que el mundo se movilice contra esta matanza. Ningún delfín debe morir en vano, dice la ONG. Cada muerte es una llamada a la acción para que la humanidad actúe.
Si quieres formar parte del equipo de voluntarios de la organización y contribuir a salvar a los delfines, por favor haz click AQUÍ.