Ocean Sentry
La manada de delfines mulares capturada ayer en Taiji, Japón, fue encerrada en la cala donde pasó toda la noche aterrada. A primera hora de la mañana, sus miembros se vieron sometidos a un brutal proceso de selección.
Durante este violento proceso, se selecciona a los delfines considerados “los más bonitos” para pasar el resto de sus vidas en cautividad, muchos de ellos se venderán por cientos de miles de dólares a parques marinos y a programas de nado con delfines de todo el mundo. Si los adiestradores consideran que uno de ellos no es “suficientemente bonito” porque tiene marcas o cicatrices, será liberado o sacrificado por su carne.
Los Cove Monitors, los voluntarios de la organización Dolphin Project, han podido informar que 17 de los delfines mulares de la manada han sido separados de sus familiares para el resto de sus vidas y que el resto del grupo ha sido devuelto al mar, destruyendo con ello una compleja estructura social.
La conexión entre la lucrativa industria de los espectáculos con delfines y estas capturas y matanzas en lugares como en Taiji es muy evidente. Los cazadores y los adiestradores, que trajaban codo con codo, seleccionan los ejemplares para la industria, dejando a su suerte al resto de la manada – la liberación o la muerte. A menudo se ha observado como los adiestradores bromean con los cazadores mientras los animales son asesinados.
Desde el 1 de septiembre y normalmente hasta el 1 de marzo del año siguiente, los pescadores de Taiji acorralan a familias enteras de pequeños cetáceos de multitud de especies hacia aguas poco profundas de una conocida cala donde los apuñalan sin piedad clavándoles un punta de metal en sus espiráculos para cortar la médula espinal. Los delfines mueren desangrados, ahogándose en su propia sangre.
Actualmente la organización The Dolphin Project es la única organización sobre el terreno exponiendo al mundo los crímenes cometidos contra estos animales. Gracias a sus retransmisiones en directo y las imágenes de lo que está ocurriendo en este infame lugar, ningún delfín morirá de espaldas al mundo.
