Ocean Sentry
Hay ciertas cosas que la gente teme a pesar de no haberlas visto nunca. Los zombis, los extraterrestres y los tiburones son unos cuantos ejemplos de cosas que la gente teme sin haberse encontrado cara a cara con ellos. La diferencia entre estas cosas es que la mayoría de gente reconoce que es poco probable que se encuentre con zombis o extraterrestres. Los tiburones son una historia distinta.
Estos peces han estado nadando en nuestros océanos durante millones de años, incluso antes de que los dinosaurios transitaran el planeta. Los tiburones han sobrevivido a cambios climáticos y a numerosos peligros hasta llegar a nuestros días.
Ahora, el principal peligro que amenaza su existencia somos nosotros.
Se estima que cada año los humanos matan millones de tiburones.
Los tiburones se cazan por sus aletas para hacer sopa o posiblemente por la emoción de jactarse de haber capturado un enorme pez de afilada dentadura. Los tiburones mueren ahogados tras quedar atrapados en los equipos de pesca que destinan para ello. Algunos biólogos han sido testigos de la innecesaria muerte de tiburones y cuyos cuerpos quedan abandonados en la playa donde se pudren.
Los tiburones son los únicos que deberían temernos, no nosotros a ellos.
Pero lo contrario es en realidad cierto. Mucha gente teme a los tiburones y lo admito, yo solía ser uno de esos.
Cuando era niño, solíamos ir a nadar a la piscina. Nunca podías llegar a ver el fondo porque el agua estaba muy oscura. En la pared de la piscina había un enorme pez con una gran dentadura. Entonces pensé que se trataba de un tiburón y supuse que me atraparía.
También había visto la película ‘Tiburón’ que cauterizó en mi mente la imagen de un devorador de hombres, un monstruo de afilada dentadura que vivía en el océano sólo esperando poder devorarme.
Todo eso cambió cuando empecé a hacer snorkle en Guam. La primera vez que vi a un tiburón de cola negra cerca de Orote Point, era evidente que el tiburón podría haberse cuidado menos de mi presencia. Las crías de tiburón estaban más interesadas en nadar alrededor del arrecife que en perseguirme y desgarrar mis miembros.
Este es el caso de los tiburones.
Los tiburones se alimentan de pescado, focas y otros organismos que viven en el océano. Los humanos no viven en el océano y por tanto no somos parte de su alimento.
Aunque podamos tener encuentros con tiburones cuando penetramos en su hábitat, no formamos parte de su anhelado almuerzo. La gente resulta herida cuando los tiburones emplean sus bocas en defensa o en un mordisco de misión de reconocimiento.
Muchas veces cuando un tiburón muerde a una persona, lo acabará escupiendo y se irá tan rápidamente como pueda.
Según la BBC, en 2006 resultaron heridas en todo el mundo 58 personas por ataques de tiburón no provocados y cuatro de estos individuos murieron como resultado de sus heridas. El año anterior, se produjeron 57 ataques también con cuatro víctimas mortales.
En comparación, sólo en los Estados Unidos se estima que cada año, 4.7 millones de personas resultan heridas por mordeduras de perro. En 2007, en los Estados Unidos se produjeron 33 ataques mortales.
Y en cambio no significa que debamos temer a los perros o evitarlos. Estas cifras únicamente demuestran que el temor a los tiburones es algo irracional e infundado.
Este temor, y algunas veces avaricia, está eliminando lentamente a los tiburones de la cadena alimenticia del océano. Pregunta a cualquier biólogo o estudiante de secundaria de biología, cómo puede afectar sobre otra especie la erradicación de un trozo en la cadena alimenticia.
Es simple. Necesitamos el océano como fuente de alimento, de turismo y por muchas otras razones. Necesitamos a los tiburones en nuestros océanos para equilibrar la cadena alimenticia y mantener el correcto equilibrio global en los océanos.
Nuestra tierra sobrevivirá sin extraterrestres o zombis. La pregunta más aterradora es si sobreviviremos sin los tiburones.
(De guampdn.com, por Tammy Jo Anderson)
