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Las pesquerías capturan y matan a millones de tortugas marinas cada año

Seis de las siete especies de tortugas marinas en todo el mundo se encuentran en peligro de extinción y las pesquerías no están ayudando.

Las razones:

– Millones de tortugas marinas en peligro de extinción son capturadas o mueren como resultado de los métodos de pesca.

– Al menos cuatro regiones del océano requieren una urgente conservación de las tortugas marinas.

– Se necesita que los consumidores estén al corriente a la hora de elegir pescados procedentes de pesquerías menos dañinas con las tortugas marinas.

Según un nuevo informe publicado en la revista Conservation Letters, millones de tortugas marinas en peligro de extinción han muerto de forma accidental en las dos últimas décadas debido a las pesquerías de palangre, enmalle y arrastre en todo el mundo.

El informe es la primera evaluación global de la captura accidental de tortugas marinas para estos tres métodos de pesca. La captura accidental ocurre cuando los equipos de pesca empleados, tales como redes gigantes o líneas de palangre desplegadas con miles de anzuelos cebados, atrapan animales que no son objetivo de la pesquería.

Las tortugas, que son reptiles que respiran aire, a menudo mueren ahogadas o tras ingerir los anzuelos que quedan alojados en el tejido blando de sus cuellos y estómagos.

‘Para las tortugas, la captura accidental es la amenaza más grave para la supervivencia de las poblaciones,’ señala Bryan Wallace, añadiendo que la pesca de arrastre de camarón es una de las prácticas más destructivas.

‘Para pescar un kilogramo de camarón se pescan entre 5 a 20 kilos de descarte en el que se incluyen tortugas, peces, mamíferos, invertebrados y corales,’ dice Wallace, asesor de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. ‘En el proceso de captura del camarón, la destrucción del hábitat oceánico que queda a la estela de las redes de arrastre es comparable a la tala y destrucción de un bosque tropical. Dicho hábitat se ve alterado drásticamente y su recuperación, en el caso de ser posible, llevará mucho tiempo.’

Wallace y su equipo han recopilado una exhaustiva base de datos de información sobre la tasa de captura accidental reportada desde 1998 a 2008 por los tres tipos de pesquerías en todo el mundo. La captura accidental total reportada de tortugas marinas fue aproximadamente de 85.000. Dado que la información únicamente cubrió menos de un 1% del total de las flotas y tampoco se incluyó la información relativa a la pesca accidental procedente de las pesquerías a pequeña escala, los investigadores estiman que la captura accidental real de tortuga marina se sitúa en los 8,5 millones o más durante el periodo de tiempo analizado.

La tasa más alta de captura accidental reportada procedía de Baja California, en Méjico (palangre), Uruguay (arrastre) y la región norte del Adriático (enmalle). En conjunto sin embargo, cuatro regiones emergieron como de ser las prioridades más urgentes de conservación: el Mar Mediterráneo, el Pacífico Este, el Atlántico Sudoeste y el Atlántico Noroeste.

Por ejemplo, ’21 países pescan en una zona del Mediterráneo que representa menos del 2% de la zona total de la superficie del Océano Pacífico y menos del 30% de la zona terrestre total de los Estados Unidos,’ dice Wallace. ‘La Agencia Europea Medioambiental estimó que el 65% de todos los stocks de peces en el Mar Mediterráneo están explotados.’

La población mundial de tortugas marinas ha sufrido tremendamente como resultado de los descartes, con seis de las siete especies de tortugas marinas listadas actualmente por la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservacion de la Naturaleza (UICN) como ‘vulnerable’, ‘en peligro de extinción’ o en ‘peligro de extinción crítico’.

Para combatir este problema, Wallace y su equipo recomiendan regulaciones regionales tales como el establecimiento de áreas marinas protegidas. También proponen una reforma sostenible de las pesquerías, incluyendo cierres temporales de las pesquerías así como la modificación del equipo de pesca con el uso de anzuelos de círculo y los dispositivos excluidores de tortugas marinas (TED). Es también clave  el consumo responsable de pescado por parte de los consumidores. Wallace recomienda consumir aquellas especies que no han sido capturadas por las pesquerías de palangre. ‘En general el pez vela es una elección mejor que el atún o el pez espada porque crece muy rápido, llegando a la etapa adulta en un año.’

Otras recomendaciones adicionales se encuentran disponibles a través de servicios como ‘FishPhone’ donde los usuarios teclean el nombre de un pez y reciben información de la especie en cuestión de segundos.

Un estudio paralelo conducido por científicos de la universidad de Duke, en Carolina del Norte, hallaron que las pesquerías comerciales de palangre capturan cada año a más de 250.000 tortugas bobas (caretta caretta) y 65.000 tortugas laúd (Dermochelys coriacea), algo particularmente común en el Océano Pacífico. De hecho, Larry Crowder quien ha trabajado en el estudio, destacó que en el Pacífico mueren más tortugas de las que anidan.’ (Fuente)

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