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Las nubes más “sensibles” a la contaminación están acelerando el calentamiento del Ártico

Investigadores de la Universidad de Utah han publicado un nuevo estudio que sugiere que las nubes del Ártico son entre 2 y 8 veces más sensibles a la contaminación que las nubes en otras partes del mundo. Estas nueves pueden actuar como mantas, calentando aun más un Ático ya cambiante.

Los contaminantes en el aire procedentes de Europa y China, con un acceso mucho más directo al Ártico, han modificado la estructura física de las gotas de agua en las nubes del Ártico.

El estudio ha hallado que este efecto es más pronunciado en el Ártico que en las nubes más cerca del ecuador.

“La nubes en todas partes, pero en particular en el Ártico, pueden convertirse en mantas efectivas, calentando la superficie cuando más contaminadas están,” explica Tim Garrett, científico atmosférico y autor principal del estudio.

“Para empezar, en el Ártico las nubes son delgadas, de manera que son particularmente sensibles a la contaminación, convirtiéndose en mantos más afectivos,” dice. “Esto hace más cálidas las noches árticas de lo que serían de no ser así.

“No están claras las razones por las que el Ártico actúa de esta forma, pero Garrett dice que podría ser porque el aire del Ártico por lo general es más estable que los trópicos o las latitudes medias.”

“Uno de las grandes fenómenos que controlan las nubes es el tiempo,” dice .”Si el tiempo está relativamente calmado, mi sospecha es que la contaminación que llega de otros lugares puede tener un impacto mucho mayor que en lugares donde las nubes están más activas.”

Los gobiernos y compañías que estudian aumentar la industrialización en el Ártico deberían tener en cuenta estos resultados, ya que cualquier aumento local en los contaminantes del aire tendrían probablemente un efecto similar, dice Garrett.

Para Patrick Taylor, científico atmosférico de la NASA, estos resultados no le sorprenden. El verano pasado publicó un estudio que examinó cómo las nubes interactúan con el agua de deshielo. Sugiere que el hielo marino tiene menos efecto en la formación de las nubes de lo que se había pensado.

Estudiar las nubes del Ártico se ha convertido en una parte importante del estudio del cambio climático, en especial durante la última década, dice Taylor.

“Los modelos climáticos revelan una diferencia de entre 2ºC y 6ºC,” dice Taylor. “La razón de que esa diferencia sea tan grande es debido a la cobertura de las nubes.”

Si hay menos cobertura de nubes, el calentamiento podría ser menos pronunciado, explica Taylor. Pero si la cobertura de nubes aumenta, la tierra podría calentarse incluso más.

El Ártico actúa como la nevera del planeta, ayudado a regular la temperatura,” dice Tayor. “Aunque geográficamente sea más pequeño que los trópicos, los cambios en el Ártico pueden tener enormes repercusiones.”

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