Un nuevo estudio revela que los humanos estamos emitiendo dióxido de carbono a la atmósfera a una velocidad entre 9 y 10 veces más deprisa que durante un evento de calentamiento global ocurrido hace 65 millones de años, que acidificó los océanos y provocó la extinción de multitud de especies marinas.
Los resultados sugieren que si las emisiones de carbono siguen aumentando al ritmo actual, la cantidad total de dióxido de carbono inyectado a la atmósfera desde que los humanos empezamos a quemar combustibles fósiles podría alcanzar la cantidad liberada durante el Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno (PETM en inglés) en el año 2159.
“Ni tú ni yo estaremos aquí en 2159, pero solo nos separan unas generaciones,” dice Philip Gingerich, investigador paleoclimático de la Universidad de Michigan y autor del estudio publicado en la revista Paleoceanography and Paleoclimatology. “Solo tienes que pensar en tus hijos, tus nietos, tus bisnietos y ya está.”
Los científicos suelen usar el PETM como referencia para comparar el cambio climático actual. Pero el nuevo estudio revela que estamos en la senda de llegar a ese punto mucho más pronto de lo que se creía, ya que el ritmo de calentamiento actual supera con creces cualquier evento climático ocurrido desde la extinción de los dinosaurios.
Según la Dra. DeSantis, paleontóloga de la Universidad Vanderbilt, las consecuencias medioambientales exactas de niveles de carbono como las del PETM no están claras, pero probablemente el aumento de las temperaturas provoque la extinción de muchas especies, con algunas pudiéndose adaptar o desplazarse. Además, dice, harán falta miles de años para que el sistema climático se enfríe de nuevo.
El PETM fue un evento de calentamiento global que ocurrió hace aproximadamente 56 millones de años. Los científicos no están seguros de sus causas, pero durante este evento se liberaron a la atmósfera cantidades descomunales de dióxido de carbono, disparando las temperaturas globales entre 5 y 8ºC.
Los científicos no pueden precisar con exactitud cuánto carbono se inyectó a la atmósfera ni cuánto tiempo duró el evento, pero sus mejores estimaciones dicen que se acumularon entre 3.000 y 7.000 gigatoneladas de carbono durante un periodo de entre 3.000 y 20.000 años, según revelan los núcleos de sedimentos oceánicos que muestran cambios en los minerales de carbonato depositados durante ese tiempo.
La liberación masiva de carbono y el aumento de las temperaturas alteraron drásticamente el clima de la Tierra, provocando una importante extinción de organismos de mar profundo que son un eslabón clave en la cadena alimentaria marina. Los animales terrestres se redujeron de tamaño y se desplazaron hacia el norte hacia climas más fríos. Varios grupos de mamíferos modernos, incluidos los primates, aparecieron por primera vez después del PETM, aunque los científicos no están seguros si esto ocurrió como resultado directo del rápido cambio ambiental.
Los científicos usan el PETM como caso de estudio para comprender qué cambios ambientales podrían ocurrir en un escenario de cambio climático causado por el humano y cuándo podrían tener lugar.
“Es difícil comparar los efectos bióticos porque el mundo durante el PETM era bastante distinto,” dice DeSantis. “Vivimos en un mundo muy diferente, con grupos distintos de animales, siendo el animal humano la especie dominante. Pero sabemos que hay muchas consecuencias negativas del dramático calentamiento en multitud de especies, incluida la nuestra.”