Multitud de isleños de las Islas Feroe, un protectorado de Dinamarca, volvía a abarrotar ayer las playas para matar a los 80-100 calderones que obligaron a embarrancar en una bahía de Fámjin, en Suðuroy.
La caza de calderones – grind o grindadráp- empieza cuando una manada es avistada desde la costa.
En poco tiempo, los animales son acorralados en bahías designadas para tal fin (hay unas 23) mediante barcos motorizados y motos acuáticas.
Aterrorizados por el ruido atronador de los motores y el uso de piedras atadas a cabos para golpear el agua, los desorientados animales son obligados a embarrancar en estas bahías donde son masacrados con cuchillos y lanzas.
No existe información sobre la tendencia global de la población de calderones de aleta larga y, con la gran variedad de amenazas que van desde el sonar militar a los enredos en los aparejos de pesca, se cree que las poblaciones podrían enfrentarse a una disminución del 30 por ciento en tres generaciones.
Es la mayor matanza de mamíferos marinos en Europa y contraviene tres convenios para la protección de mamíferos marinos en Europa, de los que Dinamarca es signatario: el Convenio de Berna, el Convenio de Bonn y el acuerdo ASCOBANS.