Ocean Sentry
Solo en lo que va de año han llegado muertos a la costa atlántica francesa hasta 600 delfines. Aunque cada año llegan delfines muertos a la costa, los científicos dicen que la situación es alarmante.
“Si se comparan estas cifras con las últimas del año pasado por esta misma época, ya son más delfines que el número de muertes de años anteriores,” dice la investigadora Hélène Peltier del Observatorio PELAGIS que ha llevado a cabo los sondeos.
Los científicos dicen que estas cifras son solo la punta del iceberg y que suponen una pequeña fracción del número de muertes provocadas accidentalmente por los buques pesqueros. Los científicos estiman que mueren de esta forma unos 4.000 delfines, con el 80 por ciento de los cuerpos hundiéndose y descomponiéndose en el fondo del océano en lugar de llegar a las playas.
Estas muertes también podrían poner en peligro las poblaciones de delfines en los próximos años, advierten.
La mayoría de los cuerpos presenta lesiones que los expertos dicen coinciden con las que provocan las enormes redes usadas por los grandes pesqueros.
“El 93 por ciento de los cuerpos hallados muestra mutilaciones y fracturas mandibulares como las provocadas por una enorme red,” según la organización francesa sin ánimo de lucro France Nature Environment (FNE).
Los delfines quedan enredados en estas redes previstas para merluza y lubina. Algunas de estas redes se fijan en el suelo marino. Cuando los delfines quedan atrapados en ellas no pueden subir a la superficie y mueren asfixiados.
Las redes de arrastre son otro problema para los delfines, pues si quedan atrapados pueden caer presos del pánico y el estrés puede provocarles la muerte.
Una solución sería reducir el número de pesqueros grandes que faenan. Las organizaciones ambientalistas quieren que el número de estos barcos y otros pesqueros – principalmente de flotas francesas y españolas – se reduzca inmediatamente. También piden una coordinación mejor entre los gobiernos francés y español para encontrar una solución.
También piden observadores a bordo, aunque creen que la medida es improbable dada la reticencia de los pescadores.
Otra solución implica poner “repelentes acústicos” en los barcos para alejar a los delfines, y por primera vez los llevan todos los barcos franceses. Sin embargo, estos emisores de ultrasonidos no han tenido mucho efecto dado el número de muertes.
La organización FNE ha señalado que una de las causas podría deberse a que los emisores no están situados en el extremo de las redes que tocan el suelo marino, donde quedan atrapados muchos delfines.
