Ocean Sentry
La ola de calor que está azotando a Europa ha provocado que las temperaturas en el continente alcancen nuevos máximos. Ahora se prevé que la ola siga avanzando hacia el norte, hacia Groenlandia. Y según informa la Organización Meteorológica Mundial (OMM), no se augura nada bueno para las capas de hielo del país que, de fundirse, podrían liberar miles de millones de toneladas de agua de deshielo.
Este peligroso calor – que ha provocado temperaturas cercanas a los 42ºC en Francia, 38,7ºC en Gran Bretaña o 32,8ºC en Finlandia – ha sido causado por el aire caliente que ha entrado a la atmósfera procedente del Sahara y España.
Este calor no solo es una amenaza para la gente sino que es probable que pueda fundir el hielo marino ártico. Y el Ártico no necesita más calor ya: se está calentando el doble de rápido que el resto del planeta. Existe una gran preocupación de que el deshielo pueda ser peor incluso que en 2012, cuando el hielo marino ártico registró su mínimo histórico.
Islandia ya ha perdido su primer glaciar. Alert, en Canadá, el lugar habitado más septentrional del planeta, alcanzó los 21ºC por primera vez en la historia.
La situación se ha agravado tanto en los lugares más fríos del planeta que los científicos han propuesto crear nevadas artificiales para impedir que al menos un glaciar caiga totalmente al mar, algo que provocaría un aumento del nivel del mar en todo el mundo.
“Lo que ocurre en el Ártico no se queda en el Ártico”, decía el viernes Joyce Msuya, Directora Ejecutiva Adjunta del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Si los polos se fundieran, el nivel del mar aumentaría al menos 20 cm, pudiendo superar los 3 m si perdemos los glaciares de la Antártida Occidental, los más vulnerables.
