Ocean Sentry
La población de orcas residentes del sur (SRKW) en peligro de extinción, conocidas también como las orcas del mar de Salish, sigue descendiendo. Se estima que solo quedan 73 individuos tras la muerte reciente de 3 miembros de la población de edades y grupos familiares distintos, la cifra más baja en 34 años.
Entre las orcas presumiblemente muertas está la matriarca de 42 años (J17) de la manada J (J pod), un macho de 28 años (K25) de la manada K (K pod) y un macho de 29 años (L84 ) de la manada (L pod). J17 era la madre de Tahlequah (J35), que llenó los titulares de la prensa mundial a mediados de 2018 después de arrastrar a su cría muerta durante 17 días y recorrer más 1.600 km en una triste y emotiva señal de duelo antes de soltarla. Su cría sólo vivió hora y media tras nacer. Tahlequah perdió a su cría y ahora a su madre. J17 deja dos hijas, J35 y J53, y un hijo, J44. Su muerte pone a su familia en peligro porque las orcas más viejas ayudan a alimentar a sus miembros. Los hijos, en particular, tienen ocho veces más posibilidades de morir en un año si pierden a sus madres.
Las tres muertes dejan a la población en su cifra más baja desde los mínimos alcanzados en la década de 1970, tras las fatídicas capturas de Penn Cove, donde fueron capturadas varias orcas para la industria de parques marinos y delfinarios. Lolita (Tokitae), la única con vida de las casi 40 orcas capturadas durante ese periodo, sigue languideciendo en su pequeña piscina del Miami Seaquarium de Florida desde hace 48 años. Tras esas capturas, que provocó la muerte colateral de hasta 13 orcas durante y después del brutal proceso, la población nunca llegó a recuperarse.
Los expertos dicen que la escasez de su principal presa está llevando a la extinción a la población, agravada por el ruido del tráfico marítimo que inhibe la capacidad de las orcas para cazarlos, así como la acumulación de contaminantes en sus organismos.
Las orcas se alimentan de salmón y prefieren a una especie en concreto, el salmón chinook, cuya población también está descendiendo en todo el rango de la orca en la Costa Oeste. El ruido de las buques cisterna, ferries y barcos recreativos interfieren en la capacidad de las orcas para usar su ecolocalización para cazar, haciéndoles gastar más energía para cazar cuando los barcos dispersan a sus presas. La pérdida de peso provoca que quemen más grasa, donde se bioacumulan peligrosos contaminantes que pueden entrar en el torrente sanguíneo y provocar problemas de salud.
También está la escorrentía, aguas torrenciales procedentes de tierra, que transportan pesticidas y nutrientes – a su hábitat. También está el bajo número de nacimientos (entre cero y dos) en cinco de los seis años entre 2013 y 2018.
Las orcas se encuentran en todos los océanos, pero la especie está fragmentada en muchas pero pequeñas poblaciones, al menos dos de las cuales es probable que sean especies separadas, genéticamente distintas, así como aspecto, comportamiento, estructura social, estrategias de caza y vocalización. En el Pacífico Norte oriental hay tres poblaciones de orcas residentes: las residentes de Alaska, residentes del norte y residentes del sur, éstas últimas con la población más pequeña de las tres.
Las orcas residentes del sur viven en su manada natal e interactúan con miemtros de otras manadas varias veces al año. Las tres manadas de orcas residentes del sur (J,K y L) se diferencian en varias características, incluido el tamaño de la manada, dialecto y rangos. Dentro de cada manada hay varias unidas familiares, cada una descendiente de una sola hembra antepadasa. Estas unidades, llamadas matrilineales, están formadas típicamente por una hembra adulta, la “matriarca” y su descendiente. En varios casos, aunque la matriarca muera, la unidad familiar permanece junta. Algunas unidades matrilineales quedan funcionamente extintas cuando solo están formadas por uno o más machos.
