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La contaminación por plástico amenaza las aves marinas del Mediterráneo

Según un estudio publicado en la revista Marine Pollution Bulletin, la ingestión de plástico afecta alrededor del 94% de las pardelas cenicienta en la costa catalana. Jacob Gonzalez Solís, del Departamento de Biología Animal y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la Universidad de Barcelona (UB), dirige el grupo de investigación que ha llevado a cabo el estudio.

Se sabe que la contaminación por plástico es una amenaza para los ecosistemas marinos en todo el mundo pero no se ha estudiado mucho todavía.

Gonzalez Solís explica que “esta es la primera vez que se evalúa la ingestión de plásticos en las aves marinas del Mediterráneo.”

El Mar Mediterráneo está reconocido como un ecosistema particularmente sensible dado que su costa está muy industrializada, la actividad marítima es muy intensa y contiene áreas densas de plástico flotante.

El estudio científico se basa en el análisis de 171 aves marinas capturadas accidentalmente por la flota palangrera en la costa catalana desde 2003 a 2010.

El grupo de investigación estudió la ingestión de plástico en nueve especies de aves marinas particularmente amenazadas: la pardela cenicienta (Calonectris diomedea), la pardela mediterránea (Puffinus yelkouan), la pardela balear (Puffinus mauretanicus), el alcatraz común (Morus bassanus), la gaviota de Audouin (Ichthyaetus audouinii), la gaviota cabecinegra (Ichthyaetus melanocephalus), la gaviota patiamarilla (Larus michahellis), la gaviota tridáctila (Rissa tridactyla) y el págalo grande (Catharacta skua).

El plástico flotante puede producir enredos, úlceras, infecciones y muerte en los mamíferos marinos. Normalmente lo ingieren por error debido al gran parecido de los fragmentos plásticos con su alimento natural (ingestión directa), pero en otros casos el plástico procede de ingerir presas que contienen plástico en sus estómagos (ingestión indirecta). Los fragmentos ingeridos pueden ser filamentos, esferas de plástico y plástico industrial (lágrimas de sirena)…

Los resultados muestran que el 66 por ciento de las aves marinas tenían al menos un trozo de plástico en sus estómagos. La pardela cenicienta era la más afectada, con un 94 por ciento de estas aves con fragmentos plásticos en sus estómagos. En el caso de la pardela balear y la pardela mediterránea, el 70 por ciento contenía fragmentos plásticos.

“Los resultados son alarmantes,” enfatiza Gonzalez Solís.

“Las aves marinas más afectadas son preocupantes por su estado de conservación, en particular la pardela balear, que está clasificada como críticamente amenazada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Es una especie endémica de las Baleares. Solo quedan 3.000 parejas reproductoras en el mundo. No sabemos su repercusión pero es necesario estudiar si está afectando a las poblaciones de forma negativa.”

Los polluelos de ave marina son los más vulnerables a la ingestión de plásticos dado que no pueden regurgitar como hacen los adultos.

La menor incidencia de plásticos en las gaviotas resulta probablemente de su mayor capacidad para regurgitar cualquier resto duro.

El estudio demuestra que los escombros plásticos – la mayoría procedente de actividades recreativas – entran en la cadena alimentaria del océano y pueden convertirse en una nueva amenaza para las aves marinas y los ecosistemas marinos. Las aves marinas se encuentran entre los animales más afectados por la contaminación por plásticos, por lo que se las considera buenos bioindicadores de la tendencia de la contaminación por plásticos en el mar.

La ingestión accidental de plástico es un problema global que afecta a especies tan distintas como el albatros de Layssan (Phoebastria immutabilis) en las islas Hawaii y al fulmar boreal (Fulmarus glacialis rogdgersii).

“El plástico flota y es difícil de degradarse,” señala Gonzalez Solís.

“Tarde o temprano, todos los contaminantes que no son destruidos en tierra firme llegan al mar. Y el mar no es un vertedero.

“Probablemente haya mejorado el control sobre la producción de plásticos y su transporte pero hay una necesidad urgente de desarrollar controles más estrictos sobre el vertido de desechos y prohibir la descarga al mar desde los barcos,” añade.

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