La Comisión Ballenera Internacional (CBI) ha propuesto la primera caza comercial legal de ballenas en 25 años, fijando cuotas estrictas aunque poniendo fin a una prohibición rotunda que tenía varias exenciones.
Japón, Noruega e Islandia son los principales países que han continuado cazas bajo dichas exenciones así como pequeños grupos indígenas. La propuesta hecha pública a última hora del jueves sustituiría la prohibición mundial bajo estrictas cuotas y monitorizaría todas las operaciones balleneras.
La propuesta es un intento de compromiso entre los países balleneros y otros tales como Estados Unidos, durante tiempo contrario incondicional a la caza de ballenas, y Australia. La comisión sostiene que permitir la caza de ballenas bajo cuotas estrictas sería una mejora a las actuales cazas sobre las cuales se carece de control.
Bajo la propuesta, únicamente los países que actualmente cazan ballenas tendrían permitida la caza.
La propuesta permite la caza anual de 400 rorcuales aliblancos en el Antártico durante cinco años y reduce ese límite a 200 durante los siguientes cinco años.
También permite cazas anuales limitadas de otras especies en zonas específicas, incluyendo rorcuales comunes, ballenas boreales y ballenas grises y aumenta la posibilidad de cazar ballenas jorobadas y cachalotes.
La CBI está preparando un encuentro general en junio en Marruecos donde debatirá y votará la propuesta.
Los tres principales países balleneros, Japón, Noruega e Islandia, matan anualmente cerca de 3.000 ballenas, diez veces el número de 1993.
Japón caza cada año cientos de ballenas, principalmente rorcuales aliblancos, que no están en peligro de extinción, bajo un programa de investigación exento de la prohibición. El exceso de carne es vendida para su consumo, provocando las críticas que reclaman que el programa es una mera tapadera para la caza comercial.
Las autoridades japonesas se mostraron cautelosamente optimistas en relación al esquema propuesto, que permitiría la caza comercial de ballenas en las costas próximas de Japón.
‘Una cuota de captura para el rorcual aliblanco para la caza costera de pequeña escala en aguas de Japón es nuestro deseo y bajo el marco propuesto por la presidencia, ese deseo puede conseguirse,’ decía Toshinori Uoya, responsable de la Agencia de Pesquerías.
Las autoridades japonesas también han criticado sin embargo los límites propuestos para la caza de rorcual aliblanco que serían inferiores al número actual que el país caza para su programa. El ministro de Agricultura Hirotaka Akamatsu dijo que Tokio continuará las negociaciones de forma persistente con el fin de abordar este ‘vacío.’
El ministro de asuntos exteriores de Nueva Zelanda Murray McCully dijo que la propuesta de la CBI no contiene lo que Nueva Zelanda quiere, esto es, debe ser una mejora significante con respecto al status quo y que cumpla con el compromiso del país de poner fin a la caza comercial de ballenas en el Océano Antártico.
‘Los límites de captura propuestos en el Océano Antártico son poco realistas. La propuesta de incluir rorcuales comunes en peligro de extinción en el Océano Antártico es incendiaria. Los neozelandeses no lo aceptarán,’ decía en una declaración.