Es la cifra oficial del Departamento de Pesca y Océanos de Canadá (DFO) y no tiene en cuenta aquellas crías que pudieron escapar malheridas. Las autoridades se refieren a ellas como “heridas y perdidas” y acabarán muriendo desangradas.
Cada año miles de focas de Groenlandia migran en grupos de las aguas de la Isla Baffin (en el territorio de Nunavut) a sus lugares de alumbramiento en el Golfo de San Lorenzo y a las aguas de Terranova y Labrador en Canadá. Después de alumbrar, y cuando el hielo retrocede, regresan de nuevo al Ártico.
Considerando las enormes concentraciones de focas durante la estación de alumbramiento, la caza de focas de Canadá está considerada la mayor matanza de mamíferos marinos del mundo.
En Canadá, las focas de Groenlandia también están amenazadas por los enredos en los aparejos de pesca. Se estima que cada año mueren en las redes agalleras de Terranova unas 17.000 focas.
Además, el cambio climático sigue provocando estragos en su hábitat. Sin hielo, del que dependen para alumbrar, la tasa de supervivencia de las crías es probable que disminuya dramáticamente con el tiempo.
Más información en la página de la organización Harpseals.org