Ocean Sentry
La ballena franca del Atlántico Norte (Eubalaena glacialis), en peligro de extinción hasta el punto de que los investigadores temen que pueda quedar funcionalmente extinta en un cuarto de siglo, ha regresado a la bahía de Cape Cod.
El pasado martes, investigadores del Centro para Estudios Costeros registraron 14 de estas ballenas durante el primer sondeo aéreo del año en aguas de Cape Cod. Los investigadores a bordo de barcos avistaron al menos a una más, según el centro.
“Es un comienzo increíble de temporada,” decía el director del programa de ecología de la ballena franca del centro, Charles “Stormy” Mayo.
Por lo general, en un año solían verse solo un puñado de ballenas durante las primeras semanas, dice.
Se ha avistado a un macho adulto llamado “Tux” y a una hembra adulta que nació en 1987.
El centro supervisa cada año la población de ballena franca en la bahía bajo un orden federal para proteger a este mamífero marino, que el año pasado sufrió un duro revés con 16 muertes documentadas en aguas canadienses y estadounidenses. Se sigue investigando el cuerpo hallado en la costa de las islas para determinar si se trata de la 17ª muerte registrada en 2017.
Los investigadores estiman que quedan en el planeta unas 434 ballenas francas del Atlántico Norte, dadas las muertes producidas el año pasado y el nacimiento de solo 5 crías.
La bahía está considerada un importante hábitat de alimentación y socialización de la ballena franca, con 251 de las ballenas identificadas entre mayo y diciembre del año pasado, informa Mayo.
Las colisiones con barcos y los enredos con las artes de pesca son dos de las principales causas de las muertes provocadas por los humanos, según los investigadores.
En Canadá, el gobierno anunció el 11 de enero el fin del límite de velocidad de 10 nudos impuesto que entró en vigor a principios de agosto, siendo 14 barcos multados con 6.000 dólares por exceder el límite en el golfo de San Lorenzo. Según un portavoz de la agencia, de las 542 infracciones reportadas, 78 siguen pendientes de revisión. El resto de casos han sido cerrados. Cuando entró en vigor la restricción, transitaban unos 4.459 barcos, y la mayor parte de las infracciones se debieron a una velocidad ligeramente superior a los 10 nudos durante un breve tiempo, dice la agencia.
Transportes de Canadá emitió un comunicado diciendo que tiene intención de reinstalar el límite de velocidad si la ballena franca migra de nuevo al área de San Lorenzo.
