En los dos últimos días han llegado muertas a las costas de Odissa, al este de la India, hasta 600 tortugas oliváceas (Lepidochelys olivacea) y dos delfines. Los cuerpos fueron descubiertos por las autoridades forestales y hallados entre las playas de Hukitola y Eakakula en las áreas protegidas de Gahirmatha.
Se sospecha que las tortugas murieron tras ser golpeadas por buques de arrastre o tras quedar enredadas en las redes. Aunque está prohibida la pesca a menos de 20 km de la playa en Gahirmatha, los arrastreros faenan ilegalmente dentro del área, dice Hemant Rout, ambientalista y secretario de la Sociedad para la Conservación de Tortugas Marinas y Manglares de Gahirmatha.
El Santuario Marino Gahirmatha, conocido refugio para la amenazada tortuga olivácea, se ha convertido en un peligroso territorio debido a la actividad pesquera descontrolada y el movimiento no regulado de pesqueros.
Según se informa, funcionarios forestales han estado declarando al gobierno un número inferior de muertes para evadir responsabilidades. La infame vinculación entre asociaciones de pescadores y funcionarios forestales, incluso de políticos, hace inútil cualquier actividad efectiva de patrulla.
En la costa de Odissa faenan cerca de 16.000 pesqueros durante la temporada de invierno, cuando llegan miles de hembras para poner sus huevos entre diciembre y marzo. Unos 8.000 de estos barcos son enormes arrastreros y buques equipados con redes de enmalle que incumplen las leyes que prohíben a estos tipos de barcos faenar cerca de la costa. La cifra de tortugas muertas se eleva a más de 100.000 solo en la última década, casi todas hembras reproductoras.
“Es una tragedia con consecuencias irreversibles. Ninguna especie puede sobrevivir a una mortalidad así de su población reproductora,” dice la Directora Ejecutiva de la Sociedad de Protección de Vida Silvestre de la India, Belinga Wright.
Las autoridades ya han arrestado a cerca de 380 pescadores y se han incautado de 83 pesqueros acusados de pescar ilegalmente en Gahirmatha.
Cada año esta especie viaja miles de kilómetros hasta este lugar donde se aparea y deposita sus huevos simultáneamente creando un extraordinario fenómeno natural conocido como arribada. Se calcula que estas playas pueden llegar a recibir al año a más de 100.000 tortugas oliváceas.