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La acidificación de los océanos podría ser una amenaza para los calamares

La acidificación de los océanos podría ser una amenaza para los calamares

La acidificación de los océanos podría afectar dramáticamente en las especies de calamar de todo el mundo, según un nuevo estudio conducido por investigadores de la Institución Oceanográfica de Woods Hole (WHOI) que aparecerá publicado pronto en la revista PLOS ONE. Dada su importancia comercial y ecológica, ese impacto podría tener consecuencias trascendentales en el medio ambiente oceánico y las economías costeras, señala el informe…

 

“Los calamares se encuentran en el centro del ecosistema oceánico, casi todos los animales se alimentan o son devorados por calamares,” dice Aran Mooney, biólogo de la WHOI T y coautor del estudio. “De manera que lo que sea que les ocurra, tiene repercusiones tanto arriba como abajo de la cadena alimentaria.”

Los investigadores sugieren que la acidificación del océano y sus repercusiones son la nueva norma. Los océanos del mundo han estado acidificándose progresivamente durante los últimos 150 años debido al aumento de nivel de dioxido de carbono (CO2) en la atmósfera. El agua marina absorbe parte de este CO2 convirtiéndolo en ácido carbónico y otros subproductos químicos que reducen el ph del agua y la hacen más ácida. A medida que los niveles de CO2 siguen aumentando, se prevé que la acidez del océano aumente también, afectando potencialmente a especies marinas en formas que los investigadores siguen trabajando por comprender.

Los investigadores decidieron estudiar el impacto de la acidez del agua en los calamares. Durante el verano 2011, Mooney y Kpalan recogieron hembras y machos de calamar de Boston (Loligo pealeii) de las aguas de la ensenada de Vineyard y los transportaron a un tanque en el Laboratorio Environmental Systems de WHOI. Cuando estos calamares se aparearon y las hembras pusieron sus cápsulas de huevos – que pueden contener entre 200 y 300 huevos fertilizados cada una – los investigadores transfirieron algunas de las cápsulas a uno de dos tanques más pequeños llenos con agua marina de la ensenada de Vineyard.

Estos dos tanques más pequeños representaban dos entornos: el océano de hoy en día y los océanos más ácidos del futuro. Una se vio expuesto constantemente a la inyección de aire desde fuera para estimular la interacción de corriente del océano con la atmósfera. El otro recibió aire enriquecido con niveles elevados de CO2 que triplicaron la acidez del agua, un nivel de acidez que los modelos prevén serán generalizados en 100 años.

Los investigadores observaron como los huevos eclosionaban y los calamares empezaban a desarrollarse; luego midieron su tiempo de eclosión, la longitud del cuerpo y otros parámetros durante el crecimiento.

“Sorprendentemente, hallamos efectos o cambios en todos estos parámetros,” dice Mooney. “Los animales criados en altas concentraciones de CO2 tardaban más en desarrollarse, que es un gran problema para un huevo en el fondo del mar cuando pez te puede devorar.”

El crecimiento del calamar en agua marina más ácida era también un 5 por ciento más pequeño de media, informa el equipo, y desarrollaba estatolitos más pequeños y deformes, que son órganos formados de cristales de carbonato que permiten al calamar orientarse mientras nada. Trabajos anteriores han demostrado que el calamar con estatolitos deformes puede nadar en círculos o nadar en precario, pudiendo morir al no poder escapar de depredadores o capturar a sus presas.

Los calamares que crecían en aguas más ácidas formaban estatolitos con una estructura de cristales desorganizada y degradada, dice Mooney.

Los resultados sugieren que el calamar es vulnerable a las condiciones ácidas que crean los niveles más altos de CO2 y pueden enfrentarse a mayores dificultades para la supervivencia a medida que el océano se acidifica de lo que hasta ahora han anticipado los científicos.

“El hecho de haber observado un impacto en todo lo que medimos fue bastante sorprendente,” dice Mooney.

“Significa que los calamares, esta especie clave, podrían verse realmente afectadas por un medio ambiente que estamos cambiando y eso va a tener ramificaciones en la cadena.”

Estas ramificaciones podrían incluir cambios significantes en el ecosistema marino, donde los calamares juegan un papel vital así como pérdidas económicas. Los calamares son una fuente de alimento clave para muchos peces comercialmente importantes, incluyendo el atún y la merluza, a la vez que son un importante recurso pesquero: solo en 2011, los pescadores estadounidenses capturaron más de 300 millones de kilos de calamar con un valor de más de 100 millones de dólares.

Mooney y sus colegas están realizando estudios adicionales para comprender mejor como los calamares pueden reaccionar en condiciones oceánicas cambiantes. Puede que los futuros experimentos examinen un rango de niveles distintos de acidez para determinar qué niveles pueden o no pueden tolerar, y los efectos de cambios de temperatura,  dado que también se prevé que el agua marina se caliente en el próximo siglo. Los investigadores también esperan poder observar y medir las diferencias de comportamiento en los calamares criados en aguas marinas más ácidas para formar un imagen más clara de como las vidas de estos animales pueden cambiar a medida que el océano que los rodea cambia.

Fuente

Foto: Andrew David, NOAA/NMFS/SEFSC Panama City; Lance Horn, UNCW/NURC-Phantom II ROC operator Environment

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