Home / Artículos / Ocean Sentry / ¿Quiénes son los verdaderos piratas en Somalia?

¿Quiénes son los verdaderos piratas en Somalia?

El sociólogo Peter Berger ha ilustrado que ‘El primer saber de la Sociología es que las cosas no son lo que parecen.” Y así ocurre con la interpretación de los medios de comunicación occidentales en relación a sus noticias sobre la piratería en Somalia.

Un artículo en el periódico londinense The Independent ha confirmado las sospechas de muchos de que, tras la histeria de medios occidentales sobre los piratas somalíes en el Océano Índico y de la guerra de los gobiernos occidentales contra la “piratería de los tiempos modernos”, se esconde un siniestro complot por parte de los países europeos: el robo del pescado de un país destrozado por la guerra y el vertido de desechos nucleares en sus aguas.

No, esto no es una de las muchas teorías de conspiración tramadas a diario en todo el planeta. Según el artículo del The Independent, los gobiernos occidentales están haciendo estallar cínicamente el caos en Somalia. “Las fuerzas del mundo occidental hemos visto el colapso en 1991 del gobierno somalí y la destitución del gobierno de Siad Barre tras un golpe militar como una gran oportunidad para robar el suministro de alimento del país y verter nuestros desechos nucleares en sus aguas.”

El artículo señala: “Poco después de que Somalia quedara sin gobierno, misteriosos barcos europeos empezaron a aparecer frente a su costa vertiendo enormes barriles en el mar. La población empezó a enfermar. Al principio sufrieron extrañas erupciones, mareos y malformaciones en niños. Más tarde, tras el tsunami de 2005, cientos de estos barriles llegaron a la costa. La gente empezó a sufrir los efectos de la radiación y murieron más de 300 personas.”

Ahmedou Ould-Abdallah, enviado especial de las Naciones Unidas, ha acusado a los hospitales europeos de verter todo tipo de desechos en aguas de Somalia. Señaló que muchos de los desechos podrían proceder de hospitales europeos y fábricas que, al parecer, los estarían entregando a la mafia italiana para que deshacerse de ellos de forma más barata.

Y por si eso no fuera poco, los barcos europeos saquean las aguas de Somalia de su mayor recurso: el pescado. Después de mermar sus stocks en sus propias aguas debido a décadas de sobrepesca, los buques de arrastre europeos llegan en tropel a las aguas somalíes para robarles su único recurso, extrayendo toneladas de pescado con escalofriante licencia e impunidad. Informan que los arrastreros ilegales roban cada año más de 300 millones de dólares en atún, gamba y langosta, dejando en la hambruna a los pescadores locales. Mohammed Hussein, un pescador del pueblo de Marka a 100 km de Mogadiscio, informaba a la agencia Reuters: “Si no se hace nada, pronto no habrá pescado en nuestras aguas costeras.”

El artículo explica que este es el contexto en el que surgieron los piratas de Somalia. Los pescadores guardacostas voluntarios salieron con sus barcos para intentar disuadir el vertido de desechos y la pesca ilegal. Y los somalíes comunes y corrientes están de acuerdo. La página web de noticias de Somalia WardheerNews halló que el 70 por ciento de los somalíes “apoyaba fuertemente la piratería como mecanismo de defensa nacional.”

Si bien el periódico condena lo referido como “toma injustificada de rehenes” por algunos “gánsteres” somalíes, incluidos aquellos que han atacado el aprovisionamiento del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, el artículo califica las “actividades piratas como de un acto de autodefensa”, citando a uno de los líderes piratas, Sugule Ali: “No nos consideramos bandidos del mar. Consideramos bandidos del mar aquellos que pescan ilegalmente y vierten sus desechos radiactivos en nuestras aguas.”

El artículo concluye:

“¿Esperábamos que los hambrientos somalíes se quedaran pasivos en sus playas, chapoteando en nuestros desechos tóxicos viendo como robabámos su pescado para abastecer a los restaurantes de Londres, París o Roma? La única solución sensata a este problema fue la de defenderse obstaculizando el corredor para el tránsito del 20 por ciento del suministro del petróleo mundial.

Y claro, Europa corrió como alma que lleva el diablo a enviar a sus destructores.”

La historia de la guerra de 2009 de la piratería queda mejor resumida por la historia de otro pirata que vivió y murió en el siglo IV a.c. Fue capturado y llevado ante la presencia de Alejandro Magno quien le preguntó con qué derecho saqueaba los mares. El pirata sonriendo le respondió: “Con el mismo con que tú saqueas la tierra, sin embargo yo lo hago con un pequeño barco y me llaman ladrón, mientras que tú lo haces con una gran flota y te llaman emperador.”

Una vez más, nuestras grandes flotas imperiales navegan, pero ¿quién es el ladrón?

Es espeluznante lo familiar que resulta este asunto. Los gobiernos occidentales dejaron la República Democrática del Congo en medio de una guerra fraticida, matando a cinco millones de personas y elevando la cifra de muertos en una guerra que aun hoy perdura, mientras las grandes compañías mineras occidentales saqueaban los valiosos minerales del país como el coltan y los diamantes.

Es trágico. Trágico porque los mismos países que pontifican y dan lecciones a los demás sobre derechos humanos, justicia social y valores democráticos y que muchas veces los han impuesto a punta de pistola, son los mismos que activamente dejan morir de hambre y matan a la gente indefensa de Somalia poniendo en peligro la vida de las futuras generaciones con la contaminación radiactiva en sus aguas. Pero aun más trágico es, si cabe, el silencio e la inacción de la Unión Africana.

Check Also

A la caza del último espacio natural: La pesca de mar profundo barre el fondo marino

“Hoy en día, la pesca industrial se adentra a miles de millas, a miles de …