Ocean Sentry
En los dos últimos años, Gran Bretaña ha exportado más de 50 toneladas de aletas de tiburón valoradas en el mercado por cientos de miles de libras, según ha revelado una investigación conducida por Greenpeace Reino Unido. La organización pide al gobierno que prohiba estas exportaciones que están fomentando la demanda global de aletas para la sopa de aleta de tiburón.
La mayoría de los tiburones en aguas europeas y británicas son capturados por buques españoles, según la unidad de periodismo de investigación de la organización.
Los tiburones son descargados en el Reino Unido y sus aletas se envían luego a España, uno de los mayores exportadores de aletas de tiburón del mundo. Es desde España donde son vendidas a países asiáticos para la elaboración de la sopa de aleta de tiburón.
Will McCallum, responsable de océanos en el Reino Unido, decía: “Mucha gente se sorprenderá de saber que el Reino Unido está fomentando un polémico tráfico global que amenaza a un majestuoso depredador que es vital para la vida en nuestros océanos,” dice.
“Con la matanza de decenas de millones de tiburones cada año, el gobierno del Reino Unido debería hacer todo lo posible por proteger a estas criaturas, empezando por prohibir las exportaciones de aletas de tiburón”, dice.
Graham Buckingham, de la organización marina Bite Back, decía: “El enorme volumen de aletas de tiburón que está exportando Reino Unido es una escalofriante señal de que la demanda global de aletas sigue siendo alta y que los tiburones en aguas comunitarias están pagando el precio.”
A principios de este año salió a la luz un informe que revelaba que los consumidores británicos estaban siendo deliberadamente engañados mediante el incorrecto etiquetado. El equipo de científicos halló que el 90 por ciento de determinados peces a la venta eran en realidad tiburones amenazados.
