Ocean Sentry
Según resultados de un estudio publicado hoy, se cree que dos mil quinientos millones de corales que vivían en 2015 a lo largo de la Gran Barrera de Coral han muerto desde entonces. Una importante ola de calor en 2016 provocó un blanqueamiento coralino masivo que destruyó el 30 por ciento de sus corales de aguas poco profundas en los nueve meses entre marzo y noviembre de ese año.
Desde entonces, han persistido eventos de blanquemiento más pequeños y los corales han seguido muriendo. En verano de 2017, las aguas inusualmente más cálidas azotaron de nuevo el arrecife, desencadenando más blanqueamiento en áreas que habían sobrevivido a la ola de calor.
La Gran Barrera de Coral alberga extensas áreas de corales de aguas profundas que son mucho más difíciles de estudiar y que anteriormente se consideraban un refugio de las temperaturas más elevadas cerca de la superficie.
Pero esta nueva investigación demuestra que el blanqueamiento masivo de 2016 en la Gran Barrera de Coral no quedó limitado a aguas poco profundas, sino que también afectó a corales de aguas profundas más considerablemente de lo que los científicos habían estimado.
Publicado hoy en la revista Nature Communications, el estudio proporciona evidencias de que tanto los arrecifes de aguas profundas como los de aguas poco profundas están amenazados por el blanqueamiento masivo provocado por las aguas más calientes.
El autor principal de la investigación, el Dr. Pedro Frade, del Centro de Ciencias Marinas de la Universidad de Algarve, Portugal, dice que el equipo se quedó estupefacto al descubrir colonias de coral blanqueadas a profundidades de 131 pies por debajo de la superficie del océano.
“Nos sorprendió ver que los estragos de las altas temperaturas se habían extendido a estos arrecifes escasamente iluminados. Esperábamos que su profundidad los hubiera protegido de este devastador evento,” dice.
El equipo también usó vehículos de control remoto (ROV) para estudiar corales a 329 pies de profundidad por debajo de las olas.
Los investigadores registraron el importante blanqueamiento o muerte de casi un cuarto de los corales de profundidad en los puntos de muestreo y confirmaron los informes anteriores de los efectos de la ola de calor en casi la mitad de los corales de aguas poco profundas.
El daño en los corales de aguas profundas eran severos. El equipo halló que un 40 por ciento del coral se había blanqueado y que un 6 por ciento estaba muerto a 40 metros, un impacto menor que en aguas poco profundas, donde entre el 60 y 90 por ciento de los corales se habían blanqueado y entre un 8 y un 12 por ciento había muerto a profundidades de entre 5 y 25 metros.
Los autores informaron que habían observado que el afloramiento de agua fría había dado a los arrecifes de aguas profundas algún tipo de protección a principios de verano, pero que este efecto de enfriamiento se había perdido a finales de verano cuando este afloramiento se detuvo.
“Lamentablemente, esta investigación pone todavía más de relieve la vulnerabilidad de la Gran Barrera de Coral,” dice el Dr. Ove Hoegh-Guldberg de la Universidad de Queensland, donde fue llevado a cabo el estudio. “Ya hemos determinado que la función de refugio de los arrecifes de aguas profundas se ve por lo general restringido por el solapamiento limitado de especies con los arrecifes de aguas poco profundas. Sin embargo, esto añade una limitación adicional, demostrando que los arrecifes de aguas profundas también se ven afectados por las temperaturas del agua más altas.”
El blanqueamiento coralino está relacionado con el calentamiento global y ocurre cuando factores de estrés derivados de las temperaturas más elevadas hacen que los corales expulsen el alga fotosintética que vive en simbiosis con él, proceso que hace que el coral pierda su color y fuente de energía y finalmente muera.
El blanqueamiento es un fenómeno cada vez más común, resultando desastroso para los arrecifes de coral de todo el mundo.
A principios de este año, un estudio publicado también en Nature halló que es muy poco probable que la Gran Barrera de Coral se recupere de la destrucción provocada por la ola de calor de 2016.
Muchas áreas del arrecife siguen muriendo lentamente y reemplazar el coral muerto puede tardar más de una década. Algunas estimaciones prevén que el 90 por ciento de los corales del mundo habrá muerto para 2050.
