Es la primera vez en más de 40 años que un oso polar es visto deambulando por Norilsk, una ciudad industrial al norte de Siberia.
El oso fue visto por primera vez el pasado domingo deambulando hambriento por las calles de la ciudad rusa tras recorrer en solitario cerca de 1000 millas en dirección contraria a su hábitat.
Irina Yarinskaya, fotógrafa del periódico Zapolyarnaya Pravda, sacó las fotografías donde se ve al oso esquivando el tráfico.
“Está gravemente hambriento, apenas puede mantener los ojos abiertos o caminar,” explicaba.
“Estuvo acostado durante mucho rato, luego cruzó la carretera y entró en la zona industrial hacia una fábrica para luego dirigirse hacia un vertedero.”
Grupos locales piden que el oso sea llevado a su hábitat natural.
Con la pérdida de hielo marino debido a la crisis climática, cada vez son más los osos polares que se adentran hacia el interior buscando alimento. Esto ha llevado a más interacciones entre los osos y los humanos.
Un estudio de 2018 publicado en Remote Sensing of Environment halló que partes del Ártico ruso se están fundiendo el doble de rápido que hace 10 años debido a las temperaturas cada vez más altas del Ártico.
Sin hielo, el hábitat vital que les permite cazar focas, su principal presa, hace a los osos polares especialmente vulnerables al calentamiento global.
En febrero, las islas rusas Novaya Zemlya declararon el estado de emergencia tras la entrada de unos 52 osos polares en el asentamiento de Belushya Guba buscando alimento entre la basura.
Debido a la dificultad logística y económicamente costosa, se desconoce el número de osos polares en el Ártico ruso. Es por ello que la región contiene las poblaciones de osos polares menos estudiadas del mundo.
Norilsk alberga un complejo minero y metalúrgico gigantesco de donde se extraen y procesan grandes cantidades de níquel, cobre y cobalto.