Los grandes tiburones blancos en California no serán protegidos bajo la Ley de Especies Amenazadas (ESA) a pesar de una enérgica campaña por parte de grupos ambientales para proteger a este depredador.
El Servicio Nacional de Pesca Marina rechazó el viernes incluir en la lista a los grandes tiburones blancos a pesar de que las recientes estimaciones muestran que solo quedan 350 adultos y sub-adultos en dos lugares a lo largo de la costa oeste donde se congregan – isla Guadalupe, en México, y en el área conocida como el Triángulo Rojo, entre la bahía de Monterrey, las islas Farallones y Bodega Head.
Las cifras son preliminares y no incluyen muchos tiburones juveniles que nacen y crecen en California del Sur, un hecho que ha llevado al servicio de pesca a descontar las estimaciones de la población.
“Han tomado una decisión equivocada. Claramente existen incertidumbres en la población pero sin duda es una mala decisión. Protegemos a las ballenas, gastamos millones de dólares en proteger a las nutrias y ambas especies tienen poblaciones mucho mayores,” decía Geoff Shester, director del programa de California para Oceana.
Los grandes tiburones blancos, conocidos científicamente como Carcharodon carcharias, miden un promedio de entre 15 y 16 pies de longitud pero pueden llegar a crecer hasta los 20 pies. El mayor tiburón registrado fue un ejemplar capturado en 1939 de 21 pies de longitud y un peso de 7.300 libras.
“Las amenazas a nuestros océanos y las especies que los habitan son graves y siguen creciendo, sin embargo de las 1.475 especies protegidas bajo la Ley de Especies en Peligro, solo 94 son especies marinas,” decía Bethany Cotton, director del programa de fauna silvestre en WildEarth Guardians.
Un estudio sin precedentes publicado en 2009 por la Universidad de Stanford determinó que los tiburones blancos de la región son genéticamente únicos en comparación con otros tiburones blancos del resto del mundo, un criterio crucial para incluir una especie amenazada de extinción en la lista.
Shester dice que los tiburones blancos están en peligro de extinción debido a la contaminación, el cambio climático y porque constantemente quedan enredados accidentalmente en las redes de enmalle desplegadas para la pesca de lenguado y lubina.