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El ruido del tráfico marítimo en Hong Kong amenaza al delfín blanco chino poco común

El ruido del tráfico marítimo en aguas del sur de Lantau, la isla más grande de Hong Kong, puede perjudicar de forma importante la audición del delfín blanco chino, amenazando su capacidad para encontrar alimento y comunicarse, según ha revelado un estudio.

El estudio, encargado por la WWF-Hong Kong, usó grabadoras de sonidos subacuáticas en el sur de la isla para grabar los silbidos y chasquidos de ecolocalización del delfín blanco chino y de la marsopa sin aleta, así como el ruido generado por los buques que pasaron entre octubre del año pasado y septiembre.

El estudio, que ha durado un año y ha sido conducido por el científico marino y especialista en ruido submarino, el Dr. Matthew Pine, mostró que el espacio auditivo de un delfín blanco chino se veía reducido entre un 25 y un 45 por ciento si pasaba un ferry de alta velocidad entre 500 metros y 1 kilómetro del mamífero.

“Los mamíferos marinos dependen del sonido para sobrevivir, al igual que nosotros dependemos de la vista en nuestra vida diaria. Para ellos cada vez es más difícil navegar en aguas de Hong Kong con toda la construcción y otras fuentes de ruido antropogénico como el tráfico marítimo,” dice.

Los resultados llegan en un momento en que los registros de la población revelan que el número regional de la especie ha llegado a un nuevo mínimo desde que empezaron datos en 2003.

La población ha sufrido un fuerte descenso del 27 por ciento, dejando la población en 47 delfines en 2016-17, según el último informe del Departamento de Agricultura, Pesca y Conservación.

El número de crías también ha caído a su nivel más bajo, siendo observadas solo 17 durante el año pasado.

Los resultados revelan que hubo un total de más de 4.500 detecciones de delfines y marsopas en los siete lugares de monitorización, unos 3.300 de los cuales eran de delfines.

Cerca del 70 por ciento de estas detecciones ocurrieron en Fan Lau, en el extremo sudoeste de la isla, que también yace próxima a uno de los canales de navegación más concurridos ya que es una de las principales rutas para los servicios de transbordador rápido entre Hong Kong y Macau.

Este tráfico marítimo podría tener importantes repercusiones ya que la audición y vocalización son fundamentales para que los delfines puedan capturar a su presa, la comunicación entre ellos y socialización, dice Pine.

El ruido producido por los buques pueden ahogar la ecolocalización de chasquidos y silbidos de los delfines, creando lo que se llama un efecto máscara, añade. Esto significa que el radio normal de la distancia a la que un delfín puede comunicarse y escuchar se reduciría cuanto más cerca estuviera de un buque.

Esta alteración podría tener otras consecuencias, tales como alejar a los delfines de sus hábitats o riesgo de colisiones con los barcos a medida que se vayan insensibilizando al ruido, dice Pine.

“Una de las preocupaciones a largo plazo a la exposición crónica es la posibilidad de que se desensibilicen al ruido creciente generado por los humanos, es decir, si se acerca un barco y estás acostumbrado a su ruido, puede que no respondas adecuadamente y no te apartartes,” dice, aunque añade que apenas hay datos que demuestren que este es el caso en Hong Kong.

El estudio es también el primer análisis exhaustivo que traza patrones de movimiento y alimentación del delfín blanco chino y la marsopa sin aleta, ya que los registros gubernamentales de la población consistían solo de sondeos visuales diurnos.

Los proyectos de infraestructura en su hábitat principal al norte de la isla Lantau, tales como el puente Hong Kong-Zhuhai-Macau y una tercera autopista de aterrizaje, también han obligado a los delfines a migrar hacia el sur de la isla.

WWF-Hong Kong propone dos soluciones que posiblemente podrían reducir el impacto, una de las cuales es desviar la ruta de los ferris de sus hábitats y otra establecer una zona de restricción de velocidad para una sección del canal de navegación.

Un portavoz del Departamento Marino decía que estudiarán los resultados antes de hacer comentarios.

La opción de limitar la velocidad supondría unos 11,5 minutos más para un viaje de una hora entre Hong-Kong y Macau, mientras que desviar la ruta supondría ocho más.

Samantha Lee Mei-wah, directora de océanos de WWF-Hong Kong, dice que están abiertos a ambas opciones.

“Necesitamos conducir más estudios para encontrar más pruebas y ver si estas opciones son viables,” dice Lee.

El gobierno ya planea la creación de un parque marino de 2.067 hectáreas en el sur de Lantau para proteger al delfín blanco chino, la marsopa sin aleta y el entorno marino adyacente.

Sin embargo, el comienzo del puente Hong Kong-Zhuhai-Macau en los próximos dos años también podría ser otra solución.

“Si la gente va a Macau o a Zhuhai en autobús o coche, la demanda para usar el ferry puede disminuya y el tráfico marítimo será menor, por lo que también podría ser una solución para los delfines en el área,” dice.

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