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El ruido deja incomunicadas a las ballenas y a otra vida marina

El ruido producido por cargueros, portacontenedores y buques cisterna está provocando problemas para dos especies marinas clave en el golfo de Hauraki, un golfo marino de Nueva Zelanda situado en la costa noroccidental de la isla del Norte, en el Pacífico Sur.

La nueva investigación ha hallado que los peces de arrecifes comunes y el rorcual de Bryde han visto reducido su espacio de comunicación debido a la cantidad de ruido provocado por los barcos en la superficie.

Para esta primera investigación a gran escala sobre los efectos del ruido de los barcos en aguas del golfo de Hauraki se usaron cuatro hidrófonos, o estaciones de escucha, para monitorizar durante un periodo de nueve meses el ruido submarino producido por el tráfico marítimo.

El estudio se centró en los peces de arrecife y el rorcual de Bryde que usan el sonido para comunicarse. El estudio halló que el ruido del tráfico marítimo se solapaba con sus vocalizaciones en hasta un 20 por ciento de las veces.

Cada vez que pasaba un barco a menos de 10 km de una estación de escucha, el espacio de comunicación para el rorcual de Bryde se reducía en un 87,4 por ciento.

La reducción del espacio de comunicación para la vida marina se está convirtiendo en una gran preocupación para los científicos a medida que se va sabiendo más sobre cómo grupos de especies usan el sonido para asegurar su supervivencia, incluidos aspectos como encontrar pareja, defender el territorio y la advertencia de depredadores.

El mayor impacto del ruido de los barcos se dio en Jellicoe Channel, la línea marítima más usada regularmente en Ports of Auckland, donde los pasos de los barcos se registraron el 18,9 por ciento del tiempo.

Este estudio revela que respetar la restricción de los 10 nudos de velocidad dentro del área del Parque Marino del Golfo de Hauraki podría beneficiar a las especies marinas, dice la investigadora Rosalyn Putland, de la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda.

“El límite de velocidad voluntario de 10 nudos es bastante reciente, pero creemos que está teniendo un importante efecto ayudando a reducir el ruido en el golfo y permitiendo a las especies escucharse entre ellas,” dice. 

“Aun así, cuando un barco está justo por encima de un mamífero marino, la comunicación para estos animales se reduce casi completamente, es decir, en 99 por ciento.”

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