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El cambio climático, no la caza furtiva, se convierte en la mayor amenaza para las tortugas de Carey de las Seychelles

La caza furtiva ya no es la mayor amenaza para las tortugas de Carey de las Seychelles sino los efectos del cambio climático, según informa un conservacionista local ahora que la temporada de anidación ha acabado.

Ashely Pothin, del ministerio de medio ambiente de las Seychelles, dice que el aumento de la presencia de las autoridades en las playas más frecuentadas por la especie ha ayudado a desalentar a los furtivos y que ahora se producen menos incidentes en comparación a hace cinco años.

“Lo más preocupante en estos momentos es el nivel del mar y la erosión de las playas. Tuvimos que mover al menos cinco nidos amenazados por las mareas altas y las olas. Con el cambio climático, la erosión de la costa es una preocupación cada vez mayor,” dice.

Las tortugas de Carey se hayan en todos los océanos tropicales del mundo, principalmente en arrecifes de coral. Están clasificadas como críticamente amenazadas en la lista roja de especies en peligro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

La temporada de anidación, que empieza en octubre y acaba en marzo, es el periodo en que las autoridades más vigilan las playas de Mahe, así como las islas Praslin y La Digue.

Pothin dice que las autoridades frecuentaron las playas durante el día, a veces incluso por la noche, fines de semanas y días festivos.

“Medíamos las tortugas, examinábamos y registrábamos sus marcas si las tenían y también contábamos el número de huevos que ponían. Toda la información se introducía en nuestra base de datos,” dice.

Las autoridades siguen monitorizando el sitio de los nidos que han marcado, algo importante, ya que a veces los nidos se ven molestados por los humanos así como otros depredadores como perros.

Una vez los huevos eclosionan, se cuenta y registra a las tortugas y posteriormente son conducidas al mar. “También contamos el número de huevos que no han eclosionado para hacernos una idea de la salud de la población,” dice.

El Ministerio de Medio ambiente de las Seychelles, un grupo de 115 islas en el Océano Índico occidental, dice que la implicación de otros colaboradores en la conservación de las tortugas es crucial.

Uno de los colaboradores es la Marine Conservation Society Seychelles (MCSS) – una organización sin ánimo de lucro que promueve la conservación del entorno marino mediante la educación, investigación e implementación de varios programas.

Vanesa Didon, coordinadora del proyecto de la MCSS, dice que la organización supervisa varias playas de anidación en el sur de Mahe.

“La frecuencia del patrullaje es de un mínimo de tres veces por semana durante la temporada de anidación de la Carey, siendo noviembre y diciembre los meses álgidos. Por lo que se refiere a las tortugas verdes, anidan todo el año y también se hacen patrullas.

Didon dice que han habido tres incidentes de caza furtiva durante la última temporada.

“Es un buen descenso en comparación a la última temporada. La MCSS está trabajando estrechamente con el ministerio de medio ambiente y, por supuesto, el objetivo es que todo el mundo cumpla la ley que prohíbe la caza furtiva. Cualquier incumplimiento puede ser castigado con penas de prisión. La posesión de carne de tortuga puede acarrear multas de hasta 37.000 dólares o dos años de prisión.

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