Ocean Sentry
El cambio climático ha reducido dramáticamente el número de tiburones de puntas negras (Carcharhinus limbatus) que migran desde la costa atlántica al sur de Florida, lo que puede suponer una amenaza para el medio ambiente de la región.
Según los investigadores, el número de tiburones el año pasado fue en torno a dos tercios – unos 4.000 – de lo que debería haber sido, y las cifras este año vuelven a suponer otro enorme descenso. En el pasado, podían llegar a avistarse hasta 15.000 en un solo día en el sur de Florida.
Esta tendencia también podrían experimentarla otros tiburones, como el gran blanco, que también migra hacia el sur en invierno, aunque no recorren el litoral como los tiburones de puntas negras y sus movimientos no han sido estudiados en profundidad.
Los números se han obtenido mediante fotografías y vídeo tomadas con drones, luego manualmente contando el número de animales en un fotograma sencillo.
Aunque un periodo de ocho años es demasiado breve para llegar a conclusiones definitivas sobre la influencia del cambio climático, investigaciones anteriores han revelado que es probable que algunos tiburones se vean desplazados hacia los polos a medida que el océano se calienta. Los océanos del mundo son 1ºC más cálidos que hace un siglo, debido principalmente al fuerte aumento de la temperatura durante las tres últimas décadas.
Los tiburones son ectotérmicos y no pueden generar su propio calor corporal, lo que significa que tienen que viajar para encontrar temperaturas adecuadas. También dependen de su presa que se desplaza por razones similares. La pérdida de tiburones en Florida podría llevar a varios efectos en cadena para los ecosistemas marinos.
“Los tiburones han estado bajando a esta región durante miles de años, de manera que un cambio rápido en la migración podría resultar en un dramático cambio en el ecosistema,” dice Kajura,
“Podría alterar el equilibrio, podría producirse una explosión en el número de peces depredadores, que podría causar problemas en cualquier parte.”
“Queremos asegurarnos de que estos residentes temporales regresan al sur de Florida porque, de no hacerlo, habrá enormes consecuencias ecológicas en esta región,” decía el investigador Stephen Kajiura.
Según los investigadores, los tiburones de puntas negras son necesarios para “eliminar los peces más débiles y enfermos, ayudando a preservar con ello los arrecifes de coral y las praderas marinas. Podría acabar habiendo una abundancia de peces enfermos, creando efectos adversos en toda la cadena.
Los tiburones podrían ayudar a los científicos a comprender mejor el cambio climático y cómo éste está alterando el ecosistema marino.
Según los investigadores, “dado que las temperaturas afectan a la migración de estos tiburones, estudiar la correlación entre las temperaturas del agua y los patrones migratorios de estos animales proporciona una poderosa herramienta de predicción.”
