Ocean Sentry
Tres estudios separados revelan que nunca ha habido un periodo en los últimos 2000 años en el que los cambios en la temperatura fueran tan rápidos y generalizados como en las últimas décadas.
Hasta ahora se pensaba que estos altibajos podrían haber ocurrido también en el pasado. Sin embargo, los investigadores dicen que ninguna de las pasadas fluctuaciones – ni la Pequeña Edad de Hielo (PEH), ni el periodo extraordinariamente caluroso conocido anomalía climática medieval ni ningún otro cambio conocido – tuvieron la magnitud global que está teniendo el cambio climático moderno. Esas fluctuaciones fueron localizadas, afectando principalmente a una región a la vez. Por ejemplo, la Pequeña Edad de Hielo alcanzó su punto máximo en el siglo XV en el océano Pacífico, en el siglo XVII en Europa y en el XIX en otros lugares. Por el contrario, el cambio climático actual está afectando a todo el planeta en el mismo momento.
“Aunque la Pequeña Edad de Hielo fue la época más fría del último milenio, las bajas temperaturas no bajaron simultáneamente en todas partes,” dice. “Dos quintas partes del planeta sufrieron un clima más frío durante mediados del siglo XIX, pero el frío más intenso ocurrió varios siglos antes en otras regiones. Y en el pico de la anomalía climática medieval solo el 40 por ciento de la superficie de la Tierra alcanzó temperaturas máximas a la vez”.
Usando la misma métrica, los científicos han comprobado que el calentamiento global actual no tiene igual.
“Esa es la desviación radical del cambio climático moderno,” dice Scott St. George, climatólogo de la Universidad de Minnesota que no ha participado en la investigación.
Y el siglo XXI, que está fuera del alcance de estos informes, ha sido el más caluroso hasta la fecha. De hecho, el mundo va en camino de mantener ese calentamiento de seguir acumulándose emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
Para desarrollar una imagen rigurosa de las temperaturas globales durante los últimos 2000 años, los investigadores se basaron en casi 700 registros del proyecto PAGES 2k (“2k” por el intervalo de 2000 años). Esta base de datos recopila pruebas de núcleos de hielo, árboles, corales y otras sustancias que cambian su aspecto o composición química en función de la temperatura global. Los investigadores usaron esos registros para elaborar un mapa detallado de las fluctuaciones climáticas en todo el mundo. Y ninguna de esas fluctuaciones tenía un parecido consistente y persistente con las que estamos viendo actualmente.
Este informe debería acallar a los negacionistas del cambio climático que afirman que el reciente calentamiento global observado forma parte de un ciclo climático natural. Este informe revela la cruda diferencia entre cambios regionales y localizados en el clima pasado y el verdadero efecto global de las emisiones de gases de efecto invernadero antropogénicas,” dice Mark Maslin, profesor de Climatología de la Universidad College London.
Por supuesto, las causas también son distintas. Las evidencias de los anteriores 2000 años revelan que los eventos volcánicos fueron los principales responsables de las fluctuaciones climáticas y que la actividad humana apenas tuvo repercusión.
Actualmente, los humanos somos los únicos que estamos conduciendo el autobús. Y esta vez, vamos directos al borde del precipicio.
