Ocean Sentry
En un informe publicado el lunes, funcionarios federales encargados de la vida silvestre en Estados Unidos calificaron el cambio climático como la mayor amenaza para la supervivencia del oso polar y han advertido que, sin medidas decididas para combatir el calentamiento global, los osos polares seguramente desaparecerán de casi todo el Ártico.
“No se debe subestimar la acción más importante para la recuperación del oso polar: reducir de forma significante los niveles presentes de emisiones de gases de efecto invernadero,” decían en el informe.
“Cuanto antes se detenga el calentamiento global y la pérdida de hielo, mejor será el pronóstico a largo plazo para la especie,” añade.
El informe es necesario bajo la Ley de Especies Amenazadas y subraya lo que debe hacerse para la recuperación de una especie e impedir su extinción. El oso polar fue incluido en la lista de especies amenazadas en 2008.
Pero el mensaje del informe, que llega a poco menos de dos semanas de que el presidente electo Donald J. Trump asuma su cargo, puede enfrentarse a una audiencia escéptica en una nueva administración que ha expresado sus dudas acerca del cambio climático así como cuestionado los peligros que supone.
Trump ha mostrado su intención de retirar a los Estados Unidos del acuerdo de París – un acuerdo que la agencia de vida silvestre encomió en su informe como de positivo paso adelante para asegurar la supervivencia del oso polar- y ha mostrado poco interés en priorizar la reducciones de las emisiones.
El Servicio de Pesca y Fauna Silvestre, una división del Departamento del Interior, carece de autoridad para dictar políticas energéticas o regular las emisiones, un punto que el informe de la agencia admite.
Como resultado, su plan de conservación se centra especialmente en asuntos menos críticos para el oso polar, como la caza excesiva, el aumento de los conflictos entre osos y humanos, la preservación de aquellas áreas que los osos usan como madrigueras, las amenazas potenciales que suponen los vertidos de crudo y la posibilidad de una mayor exposición a enfermedades como los cambios medioambientales marinos.
Abordando estos problemas, los autores del informe escriben, pondría la supervivencia de los osos polar en una situación mejor “una vez haya cesado el calentamiento en el Ártico”.
